Aday Mara en Málaga, el fenómeno en territorio conocido

El pívot de 2.20 sus primeros pasos con el Casademont Zaragoza en la élite tras descollar en el Mundial sub 17 de Málaga

La extraña experiencia de Aday Mara

Su irrupción ante el Madrid

Aday Mara, durante un partido.
Aday Mara, en un posado. / Acb Photo

Dentro del enorme caudal de talento que produce el baloncesto español, con generaciones que vienen que arrasan en campeonatos de selecciones inferiores, hay pocos proyectos tan estimulantes como el de Aday Mara. El joven maño, hijo de jugador baloncesto y jugadora de voleibol, está ya en los 2.20 metros. Es parte de la talentosa generación de 2005 que fue medalla de plata en el Mundial sub 17 que se celebró en Alhaurín de la Torre, Marbella y el Martín Carpena. Se ha visto debutar en ACB también a Lucas Marí en Valencia (jugó contra el Unicaja), Hugo González con el Real Madrid y el compañero de Mara en Zaragoza, Lucas Langarita, que fue elegido en el quinteto ideal del torneo. En ese equipo estaban Rubén Vicente, en el filial del Unicaja y que se entrena puntualmente con el primer equipo, y el paleño Álvaro Folgueiras, ahora en Florida formándose por la vía americana.

En el Carpena se jugaron los cuartos, semifinales y final y Aday Mara fue uno de los pilares de la selección nacional. Conoce, pues, el territorio que pisará mañana vestido con la camiseta del Casademont Zaragoza, con el que ha debutado esta temporada en ACB tras hacerlo la pasada en la FIBA Europe Cup. El cambio de entrenador, Porfi Fisac por Martin Schiller, aceleró el proceso. Su presentación a gran escala fue en el partido ante el Real Madrid en el Príncipe Felipe. En seis partidos promedia, en ocho minutos, 4.2 puntos, 3.3 rebotes y 0.7 tapones para 6.2 de valoración. De momento, sale con las dosis justas, pero deja llamaradas de un jugador realmente especial.

No ha habido un proyecto de hombre gigante tan claro desde la consagración de los Gasol como el del joven Aday, que en el Mundial de Málaga hablaba con Málaga Hoy y transmitía el entusiasmo y la vitalidad de un chaval de 17 años viviendo un sueño. El debate sobre el acceso de los jóvenes a la ACB es un tema recurrente, aunque cuesta la consolidación, sobre todo para aquellos que no son lo suficientemente brillantes, que hay muy pocos, que en edad junior.

Mara es un jugador aún con lagunas, obviamente, pero tiene varias dones que difícilmente se ven en un mismo jugador. Es ágil para su altura, se mueve bien. Tiene una capacidad de pase anormal para un hombre grande, una coordinación para dar la bola tremenda. Y puede anotar desde la media y larga distancia, algo que se le pide ya a cualquier hombre grande con proyección de élite NBA. El salto previo a la NCAA le ronda, como a todos los chavales con proyección, pero el Casademont le está seduciendo con minutos entre profesionales. Habrá oportunidad de ver de nuevo al fenómeno maño en el Martín Carpena.

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