Los play off de la NBA siguen a todo ritmo y en ellos se echa en falta al canterano del Unicaja Domantas Sabonis. Más que nadie lo añora su entrenador, Nate McMillan. Indiana Pacers está al borde de la eliminación ante Miami Heat, pierde 3-0. Y el lituano de Torremolinos no ha podido jugar ningún partido con sus compañeros. Una fascitis plantar le hizo marcharse de la burbuja a mediados de julio, sin poder ayudar a sus compañeros en los últimos partidos improvisados de la liga regular, para consultar a un médico externo.

Domas Sabonis regresó este sábado a la burbuja, el mismo día que su equipo perdía el tercer encuentro de la serie y se encuentra al borde de la eliminación ante Miami, equipo que está desplegando un gran baloncesto. Según las normas, debe pasar una cuarentena obligatoria durante cuatro días y dar dos negativos. Llegaría, en el mejor de los casos, al quinto partido de la serie, pero para ello Indiana debería ganar este lunes al cuadro de Florida.

En cualquier caso, parece poco probable que Domantas vuelva a jugar a corto plazo, no lo hace desde marzo, cuando se paró la competición. Regresó también para apoyar a sus compañeros. Pese a sus 23 años, se ha ganado un rango ya en la franquicia y en la Liga, con su primera presencia en el All Star de la NBA gracias a sus magníficos números (18.5 puntos, 12.4 rebotes y 5.1 asistencias). Apurará su presencia en Orlando por si su equipo estirara su presencia en la burbuja. El canterano del Unicaja renovó su compromiso esta temporada con Indiana, percibiendo 75 millones de dólares por cuatro años.