Disfrutó Torrox con un partido que rezumó a una gran noche europea. El Unicaja sacó una victoria de mucho valor ante un gran Bayern de Múnich (80-73), poniéndose al límite porque casi siempre se fue a remolque, pero se accedió al fondo del cajón para encontrar una respuesta que parecía perdida, también en pretemporada y frente a una superpotencia. Estuvo espeso el equipo, pocos momentos de júbilo, pero son 40 minutos aprovechables para las grandes citas. Gran arranque del Costa del Sol y una jornada que deja mensajes. El domingo, frente al Real Madrid en el Carpena.

Rápidamente demostró el Bayern una fortaleza que no conocía el Unicaja en campo ajeno. Con Alberto Díaz en el quinteto inicial, mensaje claro de Ibon Navarro, el Unicaja se encontró un partido pétreo, correoso por momentos, con un timing alocado y que iba en contra de su identidad; estuvo con un tanteo cómodo en los primeros minutos, pero se fue diluyendo lentamente ante el crecimiento de un Bayern que vivió de su estado de ánimo. Dominaron los malagueños por 18-14 en un primer cuarto extraño, pero los de Laso, de los más aclamados en Torrox, fueron aumentando unas prestaciones con sello Euroliga, sea cual sea la coyuntura no se puede obviar, y es un ensayo útil para un Unicaja que se vio enredado a partir del segundo cuarto. Imprecisiones, momentos de cierta ansiedad típicos por estas fechas, unido a un Bayern que anotó 30 puntos. Brillante Carsen Edwards, será uno de los mejores anotadores de la Euroliga, una imagen contundente en esos minutos antes del descanso. Bloque adaptado a lo que demanda el primer nivel, estará Laso relamiéndose con la Alemania finalista del Mundial, y con Andreas Obst, activo del Bayern, como protagonista. Con buena actitud, pero le costó al Unicaja salir de una trampa que puede evidenciar las carencias que tiene la plantilla; por dentro será difícil paliarlas en un partido de este nivel. 38-44 al descanso y un triple de Edwards para cerrar una primera mitad donde se fue de más a menos. Servirán para el análisis posterior.

Llegó la reacción malagueña con un parcial de 8-2, el fichaje de Taylor le va a dar este equipo más registros en solidez, quinteto con Djedovic y Osetkowski para sostener. Empezaba otro partido. En la primera rotación, apareció Darden para dar poso al Bayern, juego durísimo y en un marco difícil para anotar canastas. Hizo daño el triple de Kalu para cerrar el tercer cuarto (54-58). Resistían los de Laso y un Unicaja que de momento no podía imponerse. Sin Perry y Díaz, participación de ambos cumplida, tenían una misión compleja los malagueños. Saint-Supéry, apoyado en Will Thomas, daban otra energía al equipo. El de Baltimore, cargado de minutos, ponía al Unicaja por delante (69-67) a falta de cuatro minutos, tendencia favorable tras un 5-0 de parcial, novedoso porque toda la segunda parte se fue por detrás. Era el momento. Clave un triple de Taylor que dio batería en defensa, inercia que fue definitiva para ganar un partido muy meritorio.

Ficha

Unicaja 80 (18-20-16-22); Díaz (1), Djedovic (11), Taylor (11), Thomas (13), Osetkowski (13), Perry (2), Mario (2), Carter (4), Barreiro (6), Kalinoski (15), Diop (2) y Badji (0).

Bayern 73 (14-30-14-15); Edwards (14), Bolmaro (0), Weiler-Babb (5), Booker y Gillespie (12), Weidemann (13), Harris (6), Brankovic (5), Kharchenkov (6), Darden (5) y Wimberg (0).

Incidencias: Partido jugado en el Pabellón La Granja de Torrox, con unos 1.000 espectadores en la grada; dirigido por  Pérez Pizarro, Calatrava y Castillo.