El Unicaja comunicó al fin oficialmente a Gal Mekel la extinción de su contrato según la cláusula prevista en el mismo, por lo que el jugador queda desvinculado del cuadro malagueño como estaba previsto. Era un formulismo que quedaba por ejecutar antes del 30 de junio y ya se produjo.

El base israelí llegó al Unicaja mediada la temporada 19/20, justo antes del confinamiento por la pandemia y disputó un partido de fase regular y los cinco de la Fase Excepcional con los que se resolvió la liga esa temporada. Ahí causó grata impresión y, aunque algunos de los problemas del equipo no los solventaba, se premió con su renovación.

En la campaña actual, las lesiones, el coronavirus y sus secuelas han impedido que el base israelí haya podido desarrollar su juego con normalidad y solo ha podido ayudar al equipo en 12 partidos (9 de Liga Endesa y 3 de Eurocup) con unas medias de 6,4 puntos, 3,5 asistencias y 7 de valoración en un promedio de 15 minutos de juego por encuentro. Apenas pudo jugar el 20% de los partidos.

"Desde el Unicaja queremos agradecer su profesionalidad y trabajo en este año y medio que ha formado parte de nuestro club y desearle mucha suerte en su futuro", afirmaba el club. En las próximas horas se deberán ejecutar las cláusulas de continuidad de Francis Alonso y Rubén Guerrero y, previsiblemente, el corte de Waczynski aunque su continuidad no esté descartada en función de las salidas que haya en la plantilla.