El Unicaja vuelve a ponerse en marcha tras el pequeño descanso que se le dio a la plantilla por las fiestas navideñas. Solo queda un compromiso antes de bajar la persiana de este 2022 y afrontar el resto de la campaña, por el momento bien encaminada, el año que viene. El parón no ha llegado en un mal momento, el propio Ibon Navarro reconoció que necesitaban descansar y poder entrenar continuidad. "Estamos agotados", declaró tras la intrascendental derrota ante el Dinamo Sassari. El encuentro con el equipo italiano ponía fin a un mes de competición de un Unicaja trotamundos, con mucho duelos lejos del Carpena por diversos motivos. 

Este lunes retomó la acción el equipo, con la vista puesta en el UCAM Murcia que visita la cancha malagueña este próximo miércoles. Nada comenzar el año también hay cita en la cancha malagueña, ya que vuelve a jugar el Unicaja, esta vez ante Surne Bilbao Basket. La vuelta de Francis Alonso a la que fue su casa se ve un poco empañada por la hora del partido. Murcianos y bilbaínos se miden a los cajistas a partir de las 21:30 horas. Hora completamente atípica para un partido de baloncesto y que marca el cambio de dinámica definitivo con respecto a los dos derbis andaluces, que fueron en sesión matinal (12:30 horas). Es cierto que estos dos encuentros de Liga Endesa se producen entre semana, pero está por ver la afluencia de público al Carpena. No por falta de voluntad de la afición malagueña, que este año está respondiendo con creces a la llamada del equipo, sino por la compatibilidad de horarios en estas fechas. 

Inconvenientes de horarios aparte, Ibon Navarro contó con casi toda la plantilla para ejercitarse. Alberto Díaz y Dylan Osetkowski pararon por precaución la semana pasada. El base malagueño confirmó en una entrevista con este diario que iba a estar en el partido del Murcia, mientras que el pívot californiano se recuperó de un golpe en la mano. La nota más negativa la puso Kalinoski con un esguince en su tobillo derecho, que le obliga a parar. Es una baja sensible para los malagueños, el tirador venía en crecimiento, pero está a la espera de evolución para volver a incorporarse a la disciplina de los malagueños. Mario Saint-Supéry será el encargado de ocupar su puesto en el banquillo. El canterano tuvo minutos ante Betis y Fuenlabrada, con ambos encuentros resueltos y en los que pudo sumar dos puntos en cada uno de ellos. 

A priori, la profundidad de la plantilla cajistas debería superar el bache de la baja del escolta sin demasiados problemas. Puede significar más minutos para Brizuela, al igual que para Djedovic. El alemán comenzó bien la temporada, pero acabó cediendo protagonismo, por como funciona la plantilla, y además acusó una gripe que lo tuvo fuera dos encuentros. Ahora es un buen momento para reengancharse y elevar el rendimiento que ya ha demostrado ser capaz de hacerlo. La inclusión de Saint-Supéry en la rotación, más allá de minutos poco trascendentales para el encuentro, dependerá lógicamente de como lea la situación Ibon Navarro, pero quizás sea un momento en el que ver al malagueño probando límites. Siempre con sentido común, sin presión y favoreciendo su adaptación y desarrollo.