Barcelona - Unicaja: Respuesta de campeón (59-81)

Monumental respuesta, de campeón, del Unicaja en el Palau Blaugrana para concederse la oportunidad de acceder a semifinales de la ACB. El equipo de Ibon Navarro, que tomó una decisión con dosis de riesgo pero intervencionista y valiente dejando fuera a Osetkowski, sacó de la pista a su rival, le empequeñeció hasta niveles insospechados y reinó en la pista catalana con una exhibición de baloncesto poco frecuente en estas instancias de la competición. Le sobró un cuarto y derrotó 59-81 al rival. Orquesta verdimorada, hay quien por la cábala o por la psicología no considera bueno ganar por tanto. Pero con 25 años no es cuestión de irse a la cama a las dos de la mañana si la noche está flamenca. Y estaba de dulce el Unicaja.

No significa nada, la serie está 1-1, valió lo mismo la agonía del Barça en el Carpena que el recital malagueño. Ya lo dijo Ibon Navarro tras el partido, ahora toca ir a por el fantasma ese tras ganar el cuarto al UCAM. Fue superioridad física, también táctica, encontrando soluciones a los problemas del primer partido. Perry empezó a ganar el partido con su imagen tirando 20 minutos a canasta tras el primer partido. El mensaje estaba claro, el líder quería decir algo. Empezó el partido con el equipo en su espalda. Y se fueron sumando todos, con especial mención a un Olek Balcerowski excelso en los dos lados de la pista que anduvo sobre las aguas.

El Unicaja salió bastante concentrado al partido, minimizando los errores que cometió en el primer duelo. Mucha mejor gestión de las faltas, aunque alguna pérdida de más. Los árbitros le perdonaban una descalificante a Anderson. Le pegó un codazo alevoso en la cara a Barreiro. Se quedó en antideportiva. Perry cogió la bandera y metía tres triples muy importantes para dar seguridad y confianza y coger el mando del partido tras un buen comienzo azulgrana. El acierto en los triples permitía coger una renta interesante (17-26) al final del primer cuarto. Interesantes minutos de Balcerowski como ancla defensiva y generando superioridades repartiendo juego con el mano a mano en la cabeza de la zona ofensiva.

El Barcelona apretaba en el segundo cuarto, pero el Unicaja iba encontrando las herramientas progresivamente para dar respuesta a todo lo que proponía el cuadro catalán. Llegaba a superar los 10 de renta y cuando el rival se colocaba a cinco (32-37), tras el tiempo muerto de Ibon Navarro se volvía a poner el tren en las vías para seguir con ventaja. Bien Carter ahora, haciendo daño. Parecía, de alguna manera, que Perry y él tenían si cabía, más peso del habitual en la generación, sin abusar. Monstruoso tapón de Ejim sobre Fall. Una buena jugada de pizarra en la última posesión permitía a Balcerowski realizar un mate e irse con nueve puntos (36-45) al vestuario.

La sensación en el juego era de más distancia que en el marcador, que no se había sacado todo el fruto a la gran actuación que se estaba desplegando. Bajó el ritmo anotador de los dos equipos en los primeros minutos, que no venía mal para hacer más ‘larga’ la distancia en el marcador. El partido se movía en esa frontera siempre psicológica, antaño más pétrea, de los 10 puntos. Bajó a ocho el Barça en un arrebato de Parra (44-52), pero el Unicaja estiró de nuevo tras el tiempo muerto de Ibon. Clave una jugada de cuatro puntos, con dos más uno de Balcerowski más técnica a Peñarroya que Carter penalizaba. Fue un punto de inflexión. Al Barça le costó verse otra vez rápidamente lejos. Y detonó la bomba Balcerowski. Con el cambio al quinteto bajo con Parker de cinco que en la ida fue muy dañino, Ibon tenía previsto cargar el juego con el polaco. Forzó faltas y aprovechó las continuaciones para triturar el aro catalán. Un triple de Carter (46-65) era matador.

En el último cuarto ya rebasó la veintena de puntos el Unicaja tras dos canastas de Balcerowski y un mate de Ejim tras error de polaco (48-71). El Barça intentaba ensuciar el partido, el primero su entrenador, obstruyendo un saque con una patada al balón y encarándose con Ejim. Pérez Pizarro prefirió mirar para otro lado. Pero la victoria no se escapó. Fue una sinfonía en el Palau Blaugrana. Así responden los campeones. Este domingo hay un partido fascinante en el Carpena. La verdad del play off en 40 minutos. El baloncesto se creó para esto. Y este equipo no se merecía acabar la temporada en Barcelona.

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