Final Four de la BCL: Sekizkok, el discípulo aventajado de Ataman, tumba al Tenerife (80-90)

Atenas/Sentado en el centro de la pista, en la zona VIP, Ergin Ataman escucha con risa sarcástica los insultos que le dedican los miles de seguidores del AEK. El rey de la Euroliga en esta década (títulos en 2021, 2022 y 2024) contempla cómo el equipo de su corazón, el Galatasaray, con el que ganó la Eurocup hace nueve años, desmonta al monarca de esta competición en sus 10 años de historia, el La Laguna Tenerife. Al límite físicamente, no puede seguir la propuesta estambulí, que la dirige Yakup Sekizkök, un técnico de 45 años que era mano derecha de Ataman en esos magníficos años del Efes (seguramente el covid frustró un triplete). Le gusta eso a los entrenadores, ampliar su árbol genealógico con discípulos triunfantes. Itoudis con Obradovic, Ibon y Chus Mateo con Scariolo, por decir tres ejemplos. El díscolo entrenador del Panathinaikos aceptó la invitación y disfrutó del festival de su pupilo, con una segunda parte primorosa que sacó de la pista al experto equipo canario (80-90, tras llegar a picos de casi 20 puntos), que en algún momento experimentará un lógico bajón tras disfrutar de jugadores generacionales. No se pueden sacar conclusiones por un partido, pero es una percecpión e igual una tendencia.

Evidentemente, no es sólo Sekizkok. El Unicaja pudo comprobar en sus carnes en el Round of 16 cómo se las gasta el rodado equipo turco, físico y atlético, sin miedo al contacto, con talento igual no tan profundo como el de Ibon, pero igual con nombres de similar nivel entre los ocho-nueve primeros nombres. Martillea el aro a los distintos pares el nigeriano Izundu, en su día un fichaje de Juanma Rodríguez para el Real Betis, que se enseñorea en la zona rival e intimida en la suya. 21 puntos y 10 rebotes más severo impacto defensivo, aunque Shermadini fuera un martillo en la primera mitad, no así la segunda.

No obstante, tuvo sus momentos el Tenerife. En un tramo entre el primer y segundo cuarto impuso su baloncesto de pase, paciencia y ejecuciones para tomar una distancia de 15 puntos (40-25). Gastó tiempos muertos Sekizkok, recondujo con un parcial de 0-12 y frustró también los buenos minutos de otro éx bético, Lluís Costa, que dio un relevo de calidad. No ha dispuesto de mucho protagonismo tras ser capo en Granada, pero un triple sobre la bocina del primer cuarto (24-20) quizá invitó a Txus a cambiar el guión.

Al descanso ya estaba el partido igualado (43-30) y en el regreso no hubo piedad del Galatasaray, con James Palmer, quizá el jugador con el techo más alto de este equipo, gobernando aunque tuviera un mal día en el tiro (5/14). Pero hace casi, casi, de todo con ese look a lo Kevin Durant. 21 puntos metió también Cummings, otro que fue calibre Euroliga. El trío turco con algo de peso real (Kabaca-Tuncer-Koksal), conoce perfectamente su papel. Y esa es la máquina del discípulo Sekizkok, que tumbó con autoridad (maquilló al final el Tenerife un partido ya liquidado al comienzo del último cuarto) al rey de la BCL con un sopapo importante. Aguarda este domingo a las 20:00 horas (19:00 en España).

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