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Gato Negro dice adiós

  • Tras más de dos décadas, la tienda de disfraces cerrará el 6 de marzo

Hace 27 años, en el número 22 de la calle Carretería, Ana Alvarado abría "con mucha ilusión y alegría" la segunda tienda de disfraces de Málaga. Sobre un fondo amarillo, acompañado del rostro de un felino, la caligrafía negra de dos palabras revelan el nombre del local Gato Negro. Tras el escaparate, decenas de trajes y artículos de fiesta decoran la vidriera. En el cristal, pegados con celo, se ven unos carteles desgastados por el tiempo, que rezan así: "Se hacen arreglos y "Se hacen disfraces a medida". Desde el pasado lunes, seis cartulinas de diferentes colores, de un tono más vivo, anuncian una noticia más reciente: "Liquidación por jubilación. Disfraces a 10 euros", "Disfraces adulto desde 25 euros". Después de más de dos décadas, Ana cierra la tienda "con mucha tristeza". "Debido a la crisis y a los bazares Chinatown, la gente ya no compra aquí y me veo obligada a tirar la toalla", confiesa.

Su comercio tuvo "épocas doradas", pero hace unas temporadas que las ventas han decaído. ¿Las causas? La crisis y la aparición de bazares con trajes más baratos, "pero de menos calidad". La propietaria recuerda con anhelo sus mejores años y cuenta cómo ha cambiado la situación desde hace unos años. "Ahora la gente prefiere gastar menos dinero en un traje que es 'para un ratito', como ellos dicen", comenta resignada. Para Alvarado ofrecer calidad es primordial. Orgullosa cuenta que siempre ha buscado "lo mejor" para sus clientes, "lo que pasa es que lo mejor a veces es un poco más caro". Desde Londres, Italia, Alemania e incluso Siria, sus artículos aterrizaban en Málaga desde diferentes procedencias para satisfacer todos los requisitos de los clientes.

Ahora la gente prefiere gastar menos dinero en un traje que es 'para un ratito', como ellos dicen"Ana Alvarado Propietaria del comercio

Su local es menudo y está decorado de arriba a abajo con más de un centenar de trajes y artículos de fiesta. Tras un pequeño mostrador Ana atiende a varios clientes que entran a preguntar por las ofertas, "desde que la gente se ha enterado de los descuentos están viniendo mucho más". Porque se garantizan unas rebajas de entre el 50% y el 70% en todos sus productos.

En una media hora descuelga el teléfono unas cuantas veces y atiende a varios clientes que entran a preguntar por precios de disfraces y algunos artículos. Le gusta su trabajo, se le nota en su forma de desenvolverse. Es hábil, amable y resuelta. A simple vista se nota su experiencia: "llevo desde los 17 años trabajando de cara al público", revela.

A pesar de que cerrar su "querido" comercio le cause tristeza, no deja de sonreír, "me voy contenta después de tantos años", afirma. Los disfraces han formado gran parte de su vida, pero confiesa que hay que saber retirarse a tiempo y para ella este es el momento adecuado. Además, la comerciante reconoce estar un poco cansada, "la gente a veces ni agradece toda la atención que le prestas y llega a ser maleducada", protesta.

Gato Negro vestirá estos Carnavales de 2017 por última vez. El próximo 6 de marzo sus persianas echarán el cierre para siempre. Junto a ellas, Ana clausura 27 años de ilusión y trabajo, pero ahora le toca vivir una nueva etapa y disfrutar de su jubilación y su tiempo libre para "vivir la vida loca", anuncia divertida.

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