El Balonmano Antequera ya duerme en puestos de descenso, sólo ha ganado dos puntos en las primeras siete jornadas y la impaciencia se instala en el club, tanto en su entorno como en su interior. Se intenta transmitir una sensación de tranquilidad, pero lo cierto es que la figura del entrenador, Paco Castillo, está bastante cuestionada. Sobre él parecía pender un ultimátum antes del partido de Cuenca del pasado, en el que se volvió a perder ofreciendo una imagen que distaba de lo previsto. Pero, de momento, no hay novedades drásticas tras las reuniones que ya se celebraron la pasada semana. "El equipo peleó y luchó hasta el final", afirmaba ayer Antonio Ortiz, segundo entrenador del conjunto verde y quien lleva las riendas en muchos entrenamientos por las obligaciones profesionales de Castillo.

El equipo regresó al tajo con una doble sesión, como sucederá hoy también. Habrá un único ensayo vespertino miércoles, jueves y viernes para preparar otro importante encuentro, el del próximo sábado ante el Fraikin Granollers (17.30 horas/Pabellón Fernando Argüelles). El envite se adelanta una hora con respecto al horario habitual a petición del propio conjunto catalán, que debe tomar el avión de regreso al filo de las nueve de la noche del sábado. El club antequerano ha colaborado facilitando el cambio de hora.