"Mi último contrato será en el Málaga; me cansa lo que rodea al fútbol"

Su fama de tímido no parece tal, más bien es la barrera idiomática lo que le coarta. Entiende español más de lo que habla (el malagueño le supera) pero aun así se le agradece el esfuerzo por responder algunas cuestiones en castellano; para las demás, traduce Rosario Gallardo. Transmite serenidad, tira de humor británico y le caracterizan frases cortas para hablar claro. Para Jeremy Toulalan el fútbol son 90 minutos de esfuerzo titánico. Acabados, sólo quiere ver un balón si va corriendo delante de sus hijos.

-Históricamente los franceses no han encajado bien en nuestro fútbol. ¿Es un problema cultural?

-No sé, hubo una racha de jugadores franceses que no jugaron bien en el Barcelona, Petit, Christanval, Dutruel... No hay explicación, o yo no la tengo. ¿Por qué no hay muchos españoles que vayan a Francia? La cultura es muy diferente, y el tipo de fútbol también. Aquí hay mucho movimiento, allí todo es más duro, más musculado.

-Correr es de cobardes, no estará de acuerdo con esa afirmación.

-En España hay menos jugadores que corran, pero hay otros que dan espectáculo como Joaquín, Santi o Isco. Yo me dedico más a correr.

-Pero corriendo también ha enamorado a la afición.

-Yo trabajo para conseguir que el equipo gane. Para mí supone un plus que a la afición le guste mi trabajo. Soy el primer sorprendido por que coreen mi nombre teniendo en cuenta el tipo de trabajo que hago. Normalmente lo que gusta es la gente que da espectáculo y hace regates, y no el tipo de trabajo que hago yo, más invisible. Me gusta.

-¿Cuántos kilómetros por partido corre y cuántos kilos pierde?

-10 u 11 por partido, están medidos. Los kilos no, pero suele ser entre uno y uno medio.

-Hoy el fútbol pide a los medios centro que sean buenos con el balón y que corran.

-Sí, yo considero que tengo que mejorar bastante más con el balón. Intento darla rápido, algún pase, pero me falta hacer más cambios de orientación, llegar más arriba.

-No pareció el día del Atlético, cuando se marchó de tres rivales que le arrinconaban.

-Eso fue mucha suerte [risas]. No me gusta el patadón, y no es la filosofía de juego del entrenador. Podría intentar más cosas, aunque intento pasar el balón rápido.

-¿Se parece lo que le contaron del proyecto para venir a lo que está descubriendo aquí?

-El proyecto es más o menos lo que me dijeron, sí. Lo que más cambia es el fútbol. Física y tácticamente la liga francesa era más difícil, aquí técnicamente es más costoso. Es más duro anular los espacios, y reducir al rival. Defender a gente como Santi o Isco es... ¡Uf!

-¿Cómo definiría la filosofía de juego de Pellegrini?

-Quiere que se juegue, que se toque mucho el balón. Un trabajo similar al que hace el Barcelona. La dificultad es lograrlo se gane o se pierda. Y me cuesta entender que días que jugamos muy bien, como contra el Athletic, no ganemos y días que hacemos un juego peor, como ante el Zaragoza, metamos cinco goles. El fútbol es extraño. Pero a Pellegrini no le importa tanto ganar como el juego. Él insiste mucho en la manera de jugar.

-¿En qué teoría se siente mejor: la liga está siendo difícil para todos o se está perdiendo una gran oportunidad para ir a la Champions?

-Lo cierto es que lo bueno es siempre ganar. Ahora, por ejemplo, contra el Getafe y el Levante hay puntos que tenemos que recuperar. Hay que ir poco a poco. El punto negativo que tiene el Málaga es fuera de casa, hay que mejorar mucho ahí. Pero ahora viene el mejor momento para recuperar puntos.

-¿Cree que el equipo va tanto a por la victoria que se olvida de que tiene una portería detrás?

-Este año hemos encajado muchos goles en nuestra portería, más que el año pasado, pero también estamos mejor posicionados en la tabla. Si queremos jugar bien hay que asumir esos riesgos.

-¿Baja el rendimiento en las segundas partes, cree usted, que lo ve como la bisagra del equipo?

-No es un problema para nada físico, sino de mentalidad. Cuando jugamos fuera solemos venir de ganar en La Rosaleda y con la moral por las nubes, pensando que podemos ganar. Por ejemplo, contra el Athletic jugamos muy bien, pero cuando encajamos el primer gol nos vinimos abajo. Estábamos pensando en marcar el primero nosotros y luego fue todo muy chocante. Cuando jugamos a domicilio es bastante distinto porque pensamos en ganar, no en jugar bien.

-¿Qué rival ha sido el más difícil?

-No lo jugué, pero creo que el Barcelona. Aunque el Madrid también es muy difícil de parar, ya tenía experiencia con el Lyon.

-¿Le dolió mucho perderse el partido contra el Barcelona?

-Sí, me dolió. Lo vi y nosotros no parecíamos nosotros, sino un equipo más pequeño. Queda el partido de vuelta, a ver si lo puedo jugar. Es un partido para hacerlo mucho mejor que en la ida.

-¿En la transición del Málaga de pobre a rico sería más saludable jugar Liga Europa que Liga de Campeones?

-Sería más recomendable pasar primero por la Europa League. La afición y todos queremos jugar Champions League, pero sería más sano. Poco a poco se hacen mejor las cosas. No creo en los pasos de gigante. Aunque el club y todos, por ambición, preferimos la Champions League.

-¿Qué se siente al escuchar en el campo el himno de la Champions?

-¿La música? Es excepcional. La Liga de Campeones es la mejor competición que existe junto con los partidos de selección. Me gusta mucho escucharla antes de los partidos. Tanananaaa [la tararea].

-¿Le gusta más esa o la de "Tou, Tou, Toulalan"?

-[Risas]. ¡Las dos son muy buenas! Hombre, si tengo que elegir, me quedo con la de la Champions.

-Su carta de presentación en España fue eliminar al Madrid de Pellegrini. ¿Qué recuerdos tiene de ello?

-Fue un partido tremendo, muy importante para la historia del Lyon, aunque muy triste para mi técnico de ahora [risas]. El partido que jugamos fue muy bueno, los recuerdos son muy buenos. Jugué en la primera parte como centrocampista y la segunda como defensa. Fue una de las noches más bonitas.

-¿Sigue enfadado Pellegrini con usted por aquel partido?

-[Risas]. De hecho, él me comentó que ese fue uno de los motivos por los que no pudo seguir en el Madrid. Yo también lo veo así, porque hizo muy buena temporada y hasta firmó el récord de puntos históricos. No sé si le debo una, pero si nos metemos en Champions estará la deuda saldada. Ganarla son palabras mayores, pero con jugarla ya estaría todo olvidado.

-¿Hasta qué edad cree que puede estar jugando?

-Yo firmé cuatro años, llevo medio y creo que después se acabó. Mi idea es que este sea mi último contrato, aunque no sé cuánto aguantaré físicamente. Aunque lo que más me cansa del fútbol no es el fútbol, sino lo que le rodea, el circo del fútbol, que no me gusta un pelo. Más allá del fútbol está mi familia y me gusta mucho estar con ella. Me gusta mucho el Málaga porque hay mucha calma con el entrenador, con los dirigentes. Y hay ambición para poco a poco ir consiguiendo los objetivos.

-¿Las canas son del estrés en el campo?

-Sí, te da muchas preocupaciones [risas].

-¿La selección francesa es una puerta cerrada?

-Ahora mismo sí [risas]. El entrenador ha hecho su elección y ante eso no puedo decir nada. Yo trabajo aquí lo mejor que puedo, es lo único que puedo hacer.

-Dice que Deschamps es su ídolo.

-Jugó en el mismo club en el que me formé, en el Nantes. Tiene un palmarés excepcional y que a cualquiera le gustaría tener. Los dos llegamos al fútbol profesional, pero él fue el líder, el capitán, tenía más calidad técnica que yo. Es un orgullo que alguien me compare con él.

-¿Y su mejor amigo?

-Mmmm.... Nadal (risas).

-¿Qué opina de los dichosos guiñoles?

-No sabía nada, tan sólo sé lo que oí hablar a compañeros en el vestuario. Pero sé que esos guiñoles no tienen una opinión muy buena de los deportistas españoles [risas]. En serio, son sólo guiñoles, es una tontería amplificar esas cosas.