Una carambola en la última jornada de la fase regular permitió al Asisa Málaga Costa del Sol colarse en la fase de ascenso a la máxima categoría del balonmano femenino. La historia parecía repetirse en Valencia, donde las malagueñas precisaban otra jugada a tres bandas en la última jornada de la fase de ascenso para alcanzar la máxima categoría. Pero no se pudo rizar el rizo. Se cumplieron dos de las premisas (victoria propia y del Zuazo), pero el Castelldefels no perdonó y, ante un rival que no se jugaba nada, se hizo con la segunda plaza de ascenso.

La jornada comenzó bien para el equipo de Diego Carrasco, que se impuso en el primer duelo del día al Aula Cultural Viveros Herol por 24-19. Las malagueñas necesitaban ganar y hacerlo por el mayor número de goles posible. Arrancaron muy metidas (8-2) y pese a que se dejaron alcanzar antes del descanso (11-10), volvieron a distanciarse en la reanudación sin excesivos problemas. Pese a jugar los últimos cinco minutos con cuatro jugadoras, supieron mantener la renta al final (24-19), lo que les dejaba con opciones de ascenso a expensas de lo que pasara en los otros dos partidos. Pero el desenlace no fue el deseado. Ganó también el Zuazo (21-22), lo que beneficiaba al Asisa en un posible triple empate en la segunda plaza, pero no falló el Castelldefels, que dependía de sí mismo para ser segundo y se medía a un Atlético Guardés que ya estaba ascendido (29-22). La diferencia de motivación fue evidente desde el principio entre catalanas y gallegas y el Asisa Málaga Costa del Sol se quedó, tercero, a las puertas del ascenso El resultado no empaña la gran campaña del equipo malagueño, que ya trabaja para retener a sus mejores jugadoras y poder afrontar así la próxima temporada con el mismo grupo que esta vez ha rozado la gesta.