Tras la salida el pasado año de Antonio Carlos Ortega a Hungría, otro malagueño, Hugo López, llega a Alemania con ganas de asentarse en la difícil competición teutona. Nacido hace 31 años, López ha jugado al balonmano toda su vida. Desde los seis años comenzó a practicar en los patios del colegio Maristas, de donde han salido buenos jugadores y que incluso llegó a jugar en la liga ASOBAL.

Después de jugar tres años en la plantilla del Naturhouse La Rioja, López ha aceptado este verano una oferta por el TV Grosswallstadt, equipo recién descendido a la segunda división alemana. López decidió ir a Alemania en vistas del pobre futuro del balonmano español. "El balonmano profesional en España no va a existir. La mayoría de los clubes son semiprofesionales. La desaparición del Atlético de Madrid debe marcar un punto de inflexión en el balonmano", confesaba el malagueño.

Pocas semanas después de aterrizar en Alemania, López ya ha notado las grandes diferencias entre uno y otro país en relación al balonmano: "El balonmano entre España y Alemania es radicalmente distinto. El nivel económico de los clubes es mayor en Alemania. Son una sociedad anónima que les permite más libertad. Tienen muchos más medios y mucha más facilidad para trabajar".

Su pasión es el balonmano. Desde chico ha aprendido los grandes valores de los sitios en los que ha estado. La humildad, sencillez y modestia de Maristas ha dado lugar a un ser muy competitivo, capaz tanto de atacar como de defender, algo que pocos jugadores de balonmano se atreven a hacer.

De su etapa en Valladolid se queda con el apoyo de la gente. Tras ganar la Copa del Rey y la Recopa con el equipo vallisoletano, la derrota en la final, también, de la Recopa supuso un palo muy duro. Pero López guarda gratos recuerdos de allí: "Tras la derrota en Rusia toda la afición de Valladolid fue a recibirnos al aeropuerto. Fue algo mágico".

Internacional con España en el mundial de 2009 disputado en Croacia, López no se ve de vuelta en la selección, de la que dice que competirá seguro en el Europeo que se disputará el próximo enero en Dinamarca. "Han respondido al cambio generacional y van a estar en semifinales. Las medallas serán una lotería, depende de cómo lleguen físicamente todos los jugadores", reflexionó el malagueño".

25 años jugando al balonmano hacen del deporte su vida. Del balonmano dice que es su vida: "Mis amigos íntimos han jugado conmigo en Maristas desde que éramos chicos. He vivido muchas experiencias que sin el balonmano posiblemente no hubiese podido vivir. He hecho amigos en Málaga, fuera de Málaga, en todos lados. Eso me ha dado el balonmano".

Tras haberse ido de su ciudad, Málaga, hace seis años, López afirma que irse de España es difícil, pero que está acostumbrado a marcharse. El proyecto que le ofrecen, subir a primera división alemana, y la insistencia del club le ayudaron a decidir: "Es otra cultura y otro idioma totalmente distinto. Tengo muchísima ilusión por empezar la temporada aquí. Es un equipo histórico que ha estado muchos años en primera división. Vamos a intentar competir por subir de nuevo. Tenían mucho interés en mí y me lo han puesto muy fácil".

Con 31 años, todavía ve lejos su retirada. Al malagueño le gustaría jugar unos pocos años más: "Queda tiempo para ello. Me veo con fuerzas para seguir muchos años". El jugador se ve fuera del balonmano cuando esa época llegue. Tiene claro que, una vez retirado, el deporte no será parte esencial de su vida: "Cuando me retire me quiero dedicar al mundo de las empresas. Voy a hacer algo totalmente distinto al balonmano".

Pocos jugadores de balonmano han paseado Málaga por Europa. López se une a Antonio Carlos Ortega, uno de jugador y otro de entrenador, como malagueños que han tenido que emigrar fuera de España para poder triunfar. En su primera temporada en Alemania, con la ilusión que desborda y la confianza que proyecta en el equipo, López intentará darlo todo por ganarse el respeto del público teutón y los minutos del técnico del equipo alemán.

Desde Málaga todos sus amigos y conocidos le apoyarán a miles de kilómetros desde donde juegue. Desde su antiguo equipo se lamentan que no renovase, pues el equipo riojano le había hecho una oferta de renovación.