Valladolid es una plaza especial para Fran Vázquez. Allí, el 7 de enero del año 2007, con el Barcelona, batía el récord de tapones en un encuentro de la Liga Endesa con 12. Al descanso ya estaba cerca del anterior registro, cifrado en 10, cuando tras veinte minutos alcanzó los 8 tapones. Además, realizó uno de los pocos triples-dobles que se han hecho en España. Esta noche, en el mismo pabellón, en el Pisuerga, puede volver a hacer historia y convertirse en uno de los dos únicos jugadores que han puesto 600 tapones en la competición española, tras Romay. El gallego acumula 599 tras los seis que colocó ante el Manresa.

"Siempre he dicho que da igual si son tapones, puntos o lo que sea: formar parte de la historia de una competición como la ACB es un orgullo y viendo quién es primero y a quién he ido pasando, todavía más", declaró el de Chantada.

Con la camiseta del Unicaja ha puesto 148, en tres etapas distintas. A ellos se suman los 350 con el Barcelona, los 54 con el Gran Canaria y los 48 con el Girona. "Es un poco de intuición, estar en el momento oportuno. Tener los brazos largos y saltar siempre te ayuda, pero es más el timing, elegir el momento", aseveró el gallego, que espera cumplir en la cancha del Valladolid ese paso.

"Por mi forma de jugar, siempre estoy saltando. Luego, de cinco saltos meteré dos tapones... o ninguno. Pero hay que saber estar en el momento oportuno, coger el timing y estar activo. Y hay que tener un poco de suerte también: puedes saltar mucho y no hacer ningún tapón", explica Fran Vázquez, que es el segundo en dicho promedio sólo por detrás del pívot del Gran Canaria Walter Tavares.

Su primer tapón llegó en un derbi andaluz frente al Granada. "Me acuerdo del día en que debuté. del primer tapón, que fue a (Richard) Scott, que era un cuatro, portento físico, duro. Ese fue el primero de todos los que vinieron. El Granada tenía grandes jugadores. Me quedé con él porque había sido boxeador, y eso se me quedó grabado", manifestó el interior del Unicaja.

Sin duda, Fran Vázquez es uno de los grandes intimidadores de la historia de la ACB y, si sigue su promedio, será el máximo taponador de la competición.