No son buenas noticias las que llegan de Zoran Dragic. La preocupación por la salud del escolta esloveno es máxima. El balcánico se había convertido en un pilar fundamental del Unicaja tanto en ataque como en defensa, pero unas molestias le hicieron parar. A principios de semana se conocía que Dragic sufría una debilidad en la pared inguinal que le obliga a operarse. Desde el club malagueño se estimó, de acuerdo con el jugador, que lo haría tras finalizar la temporada, aunque las últimas consignas no invitan al optimismo.

El escolta fue el descartado ayer por el técnico catalán. Se le intenta recuperar para que juegue los cuartos de final. Sin embargo, las palabras de Plaza preocupan más de lo conocido: "Estamos muy preocupados. No soy buen actor. Esta semana igual tenemos que tomar otras decisiones por encima está la salud del jugador, con ella a veces no se juega. Y a veces atrincherarse es peor si él de cabeza no está bien. Dragic tiene la mejor predisposición. No hemos podido evitar las adversidades y hasta aquí fuimos fiables, no dependimos de un jugador sólo". Un caso preocupante el del esloveno, que en los próximos días podría cambiar de opinión en cuanto a la fecha de su operación.