El juego canario y malagueño anda en las manos de los bases. La eliminatoria más igualada de las cuatro, que vivirá su tercer y último envite mañana, pasó por el acierto de Albert Oliver y de Jayson Granger. El del Unicaja está siendo el mejor de los malagueños en los dos encuentros, mientras que el del Gran Canaria se repuso de su primer encuentro para ser el hombre clave de la remontada canaria.

Parecía que el Unicaja iba a cerrar la eliminatoria en el tercer cuarto, cuando con un triple de Jayson Granger subía al electrónico los nueve puntos de diferencia y la sensación de que los malagueños se escapaban de manera definitiva. Fue entonces cuando salió a la palestra la experiencia de Albert Oliver. El director de juego catalán siempre hace daño al Unicaja desde el triple, y anoche volvió a ser el quebradero de cabeza de los de Plaza.

Cuatro triples de manera casi consecutiva del de Gran Canaria que devolvían la igualdad temida por los jugadores de Joan Plaza ante una grada que se dejaba notar apretando. La defensa cajista no se ajustó bien en ninguno de los triples y una y otra vez se vio librado, desde la esquina o desde 45º, para martillear las ilusiones verdes de cerrar la eliminatoria en el Gran Canaria Arena.

Oliver acabó el choque con 18 puntos, dando la sensación de que podía decidir a su antojo en los últimos minutos. Sin embargo, enfrente tenía al hombre más en forma de los andaluces, un Jayson Granger al que parece que le vino bien el golpe que le propinó Nguirane en el ojo y que le tuvo cuatro días sin poder entrenarse. Dicho descanso le ha servido para recuperar fuerzas y acoger la parte decisiva con más ganas.

Ayer volvió a ser el faro que iluminaba el ataque malagueño cuando más se atoraba, y ante la telaraña que ofrecía Pedro Martínez eso era vida para el Unicaja. 17 puntos y 6 asistencias que suministraron oxígeno a los cajistas hasta la última posesión, en la que no pudo recibir.

El conjunto insular es propenso a jugar con dos bases en pista, algo que repitió Joan Plaza para contrarrestar el acierto de Oliver. Sin embargo, de nuevo las largas ayudas en el juego interior dejaban liberado al catalán, quien dio un clínic desde la línea de tres puntos. El partido se decidió por pequeños detalles, y uno de ellos fue no ajustar la defensa ni cerrar el encuentro cuando el viento ondeaba a favor.

Oliver, al igual que Granger, sobresalió más aún ante el papel de sus compañeros en el puesto. Bellas no fue el mismo que el jueves, aunque anotó los dos tiros libres que dieron la victoria al Gran Canaria. Calloway, por su parte, no estuvo tan errático como en el primer partido pero sigue sin hallar su punto para dar un descanso merecido al base charrúa.