No son pocas las voces de los jugadores que piden que el Martín Carpena debe ser un hervidero para el encuentro de esta noche. No hay excusas de horas, es el día D del Unicaja y la plantilla necesita el apoyo de la afición. Se ha reprochado en los últimos años el pobre bagaje y los altos precios para llenar un pabellón que hace muchos años que espera un partido así. Por ello, en Los Guindos son optimistas con el aspecto que presentará la pista desde el inicio del encuentro de semifinales.

Se espera repetir, como mínimo, el ambiente que se vivió en el tercer encuentro de cuartos de final ante el Herbalife Gran Canaria. Hubo entendimiento entre la afición y el equipo a pesar de que no se llegaron a los 8.000 asientos ocupados. Sin embargo, importa más la actitud de los aficionados que el propio hecho del número. No es lo mismo tener 10.000 personas pasivas que 7.000 apretando al rival y a los árbitros.

El equipo es consciente de lo que se juega en este partido y por ello lleva pidiendo desde el inicio del play off que los malagueños vayan al Martín Carpena a apoyar a los de Plaza. "Ahora tenemos el sexto hombre", decía Granger tras el segundo partido de la serie.

Apenas quedan 1.000 entradas para que se cuelgue el cartel de "no hay billetes" en las taquillas malagueñas. Se espera que durante el día de hoy se acerquen más aficionados a última hora para ir al encuentro entre cajistas y madrileños y el ambiente sea caldeado por la igualdad entre ambos conjuntos en los dos partidos ya disputados.

El goteo continuo de venta llegó ayer hasta las tiendas de Los Guindos y la Plaza de la Marina, que durante toda la tarde estuvieron recibiendo gente para comprar entradas a precio de abonado. En el Unicaja están convencidos de que no quedará un hueco libre en el trascendental encuentro.

Se ha pasado esta misma temporada de partidos de 3.500 personas a más del doble. La vuelta al play off ha acercado a malagueños que no pisaban la pista desde hace varios años, desencantados con los últimos resultados del equipo. Sin embargo, el buen hacer de la plantilla, que el pasado domingo se vieron abrumados ante la cantidad de aficionados que los recibieron en la estación, hace que el ambiente que se vaya a vivir sea de auténtica fiesta.

Decía Manel Comas que en el Martín Carpena el equipo visitante empieza perdiendo por diez puntos. Esa idea la quiere recuperar Plaza, que ha llamado por activa y por pasiva a una grada que espere devolver al equipo a los tiempos pasados.

"Es importante que el pabellón esté lleno, que estén luchando por nosotros", decía Toolson, que sabe la importancia capital que tiene que la cancha malagueña apriete desde el primer minuto. Para ello, se repartirán carteles de color verde para formar un mosaico en las gradas y se volverá a entonar el himno del Unicaja por parte de la grada.

Puede ser el último encuentro el que se juegue esta noche en el Martín Carpena. Lo que es seguro es que será una fiesta continua de un equipo que se ha ganado de nuevo el derecho a combatir contra los mejores equipos de Europa.