El Unicaja no sale de la pintura a la hora de negociar estos días. El 5 y el 4, a la vez pilares y guindas del pastel de Joan Plaza. La misión con el ala-pívot, además, es doblemente complicada, puesto que dos son los refuerzos los que se necesitan tras las salidas producidas recientemente. Uno de los que más gustan es el NBA Robbie Hummel. La elección está clara, aunque queda a expensas del futuro del jugador de Valparaíso (Indiana) en la liga norteamericana. No obstante, los dirigentes confían en que llegue una respuesta de él en los próximos días, seguramente a principios de la semana que entra.

Todo depende de que el ala-pívot de 2.03, que acabó la temporada enrolado en las filas de los Minnesota Timberwolves, no se vea envuelto en una operación de intercambio de jugadores, algo que le retendría en la NBA y mandaría al traste las esperanzas del Unicaja, que está siendo muy escrupuloso en cuanto a las elecciones por clara recomendación de Joan Plaza, quien pretende que los perfiles de los dos cuatro que pretende sean diferentes, complementarios.

En cuanto reciban luz verde porque su continuidad allí se vea frenada, acelerarán las gestiones para hacerse con él norteamericano, algo para que lo existe bastante optimismo.

Tampoco se quiere perder tiempo con el otro ala-pívot. De hecho, la intención inicial era tener cerrada su llegada la próxima semana, si bien las complicaciones en el fichaje de Golubovic podrían producir un efecto dominó y retrasar estas negociaciones también.