Los focos para Zoran Dragic, en una de las mejores actuaciones individuales del primer fin de semana de Mundial. Difícil ser más certero de lo que lo fue el escolta esloveno en el partido en el que Eslovenia derrotó a México (89-68) en el Gran Canaria. Lanzó 10 vences a canasta y todas encontraron red. Cuatro canastas de dos, cuatro triples y dos tiros libres. Así, 22 puntos en 22 minutos en pista. Cercano al partido perfecto lo que hizo Dragic en Las Palmas.

Tres rebotes, tres robos y dos asistencias para adornar una estadísticas que acabó con 30 de valoración. O eficiencia, como la FIBA denomina a la estadística aglutinadora. A diferencia de la de ACB o Euroliga no computa las faltas recibidas como aspecto positivo. O sea, más mérito aún para el cajista, el segundo jugador más importante de su selección tras su hermano Goran, que desde el banquillo jaleaba las últimas canastas de Zoran. Si los ojeadores de la NBA ya le tienen más que fichado, actuaciones así en un evento planetario acelerarán su salto. Plaza se frota las manos, no obstante, con lo que tiene entre manos.

La actuación de Dragic ensombreció el resto de la actuación de los cajistas, entre los que sólo se registró la derrota de Markovic con Serbia ante Francia (73-74). El base volvió a cumplir ese rol de jugador abnegado que se dedica a organizar el juego sin apenas mirar a canasta. Falló los dos triples que lanzó y repartió dos asistencias en los 18 minutos que estuvo en pista.

En Sevilla, la Grecia de Kostas Vasileiadis se impuso sin demasiados problemas a la correosa Filipinas, que en la víspera había llevado a Croacia a la prórroga. Los helenos vencieron por 82-70, aunque los asiáticos jamás se dieron por vencidos, con su animosa afición poblando las gradas de San Pablo. Vasileiadis estuvo 22 minutos en pista y anotó dos triples en seis intentos. Sumó seis puntos, tres rebotes y una asistencia.

Por último, Kuzminskas sigue contando poco para Kazlauskas. Lituania venció por 75-62 a Lituania. El cajista metió dos puntos en cuatro minutos.