85 minutos. Fue el tiempo que se tardó en reparar una avería en el fluído eléctrico en el Carpena. Se presentaba al Unicaja, cinco minutos antes de la seis de la tarde, cuando de pronto se hizo la oscuridad. No era parte del show, como se ha realizado otras veces, sino un problema que se resolvería casi una hora y media más tarde. Una imagen un tanto bochornosa, pero que el público y los protagonistas se tomaron con humor. Se cantó el cumpleaños feliz, se aplaudió con Chicui, se lanzaron triples desde el medio del campo en un improvisado concurso en el que Karahodzic demostró su puntería y, en fin, se esperó hasta que al fin se hizo la luz de nuevo.

Aunque en un principio se explicó que era un apagón en toda la zona del Carpena no fue así. El Palacio tiene ya 15 años y algunas de las estructuras están desgastadas. Hubo que esperar a que llegara un técnico de Endesa y revisara el cuadro eléctrico para que se reiniciara todo. La luz se recuperó antes, pero como el baloncesto exige el funcionamiento electrónico de diversos agentes hubo que esperar a que los relojes estuvieran prestos.

El club mandó una nota de diculpa en la que trasladaba al Ayuntamiento la responsabilidad. "Unicaja Baloncesto quiere transmitir sus disculpas a todos sus aficionados por las incidencias ocurrida a causa de un fallo eléctrico en la instalación del Palacio de Deportes José Mª Martín Carpena, que ha provocado un retraso de una hora y veinte minutos en el inicio del encuentro ante el Río Natura Monbus. El club va a reclamar al Ayuntamiento de Málaga, administración responsable del Palacio de Deportes, que tome las medidas oportunas para que no vuelvan a repetirse unos hechos similares", rezaba.

Tanto los entrenadores como los jugadores destacaron el engorro que supuso por los problemas a la hora de calentar, por estar hora y media esperando. Afortunadamente, tras 80 minutos de penumbra, la luz regresó al Carpena a tiempo. Si hubiera sido en un partido de Euroliga se hubiera acabado de madrugada.