"Hace más frío aquí que en Utah con mucha nieve fuera del pabellón", lamenta Ryan Toolson a la salida del entrenamiento de ayer. La queja del estadounidense es común en el vestuario del Unicaja. La pista auxiliar del Martín Carpena, sin la calefacción puesta, es un congelador. Hace frío bien abrigado en la banda, pero cualquier parón cuando se está sudando es letal. Varios de los jugadores del Unicaja, casos de Granger, Golubovic y Vasileiadis, atraviesan catarros, con la nariz y la garganta tomadas. El frío obliga a hacer el entrenamiento bien pertrechado en la parte superior para no tentar la suerte. La situación en el comienzo del otoño era inversa. En el debut de la temporada ante el Andorra se registraron más de 30 grados en el interior de la instalación.

La calefacción viene y va, la explicación es que los equipos están vetustos y para reemplazarlos se necesita casi medio millón de euros. No sólo la falta de luz, también es el frío.