Fue la primera esgrimista en conseguir un oro para España, lo hizo en Barcelona '92, y por eso Paqui Bazalo no duda en reconocer que "la esgrima es el único deporte de origen español y ser la primera que subió al podio, y encima ser una mujer, es un honor y un orgullo". Cuatro años después, en Atlanta, la ex atleta paralímpica volvía a colgarse un metal, el bronce. Su laureada carrera y su capacidad para superar las dificultades permite a esta malagueña dirigir el programa paraolímpico andaluz con una buena preparación. Su entusiasmo representa un buen aval: "Para mí la esgrima ha sido el pilar de mi vida y ha dirigido mi destino, desde que cogí la espada por primera vez. Es una forma de vida y una pasión; y también el deporte lo es".

Al analizar la situación femenina en la alta competición, Bazalo asegura que, aunque ser mujer "no es fácil en ningún ámbito", hay "muchas que hacen posible que el deporte continúe". Así, la costasoleña hace especial referencia a "todas esas madres de familia que se dejan la vida llevando niños a los entrenamientos y hacen una gran labor formándolos". Por eso, pide que se haga justicia con el colectivo femenino pues "el deporte de base no existiría sin la ayuda de esas madres. Es importante contar con ello".

el camino a recorrer

Para conseguir una igualdad real, Bazalo distingue a dos actores principales. Por un lado, entiende que "hay discriminación sobre todo en los medios de comunicación, creo que habrían de prestar una mayor atención a los logros femeninos". Pero destaca, sobre todo, el propio papel de la mujer en esta misión. "Las batallas se ganan desde dentro. Para cambiar las cosas tenemos que cambiarlas nosotras mismas", asevera la ex esgrimista, que no duda en buscar motivación y aliados: "Por supuesto, hay que saber que podemos estar en primer plano y que necesitamos la ayuda de ese colectivo masculino. Son un grupo importante para que nos ayuden". Bazalo sabe lo que se dice ya que, afirma, durante su carrera deportiva no ha tenido "problemas de discriminación" pues, en la esgrima, han necesitado "de los hombres para entrenar, competir y aprender y eso provoca que haya mucha integración". "En ese sentido tengo mucho que agradecer a los hombres", dice la malagueña.

ejemplos

Se puede tomar buena nota del mundo del deporte paraolímpico. En él, según Bazalo, la desigualdad entre sexos es mínima. "¡Bastante tenemos con la discriminación sufrida por nuestra discapacidad! Sólo faltaría...", bromea. Tal vez por ello la responsable del programa paraolímpico andaluz interpreta que en el deporte "los seres humanos se entienden mejor". En su opinión, "sirve como medio de encuentro y para darnos cuenta de que, en realidad, todos somos discapacitados, aunque no lo veamos así, porque la edad pasa por cada uno de nosotros". Por eso, Bazalo concluye con un deseo: "Introducir a los pequeños en el deporte me parece imprescindible, pero por diversión ".