Cedidos sin mucho rédito

El crecimiento exponencial que ha sufrido la valoración económica del plantel blanquiazul no ha tenido precisamente el mismo efecto en los cedidos. Si bien es cierto que ha buenas noticias con respecto a los más jóvenes, los casos de Pablo Pérez o Bobley no han servido para despuntar y justificar la inversión que se realizó en ellos.

El marfileño, que tuvo un estreno más que esperanzador en el Alcorcón, no encontró la continuidad esperada en su juego y su estela inicial se fue diluyendo como un azucarillo. En los 17 partidos que lleva disputados con el conjunto madrileño, ha participado en un total de 652 minutos en los que apenas ha logrado marcar un gol y regalar tres asistencias. El centrocampista no termina de descollar, ni siquiera pese a haber bajado a la Liga Adelante para ganar bagaje en España y contar con más minutos que la temporada pasada.

En ese sentido, el club lo tiene claro y tampoco cuenta con él para la próxima campaña. La idea es buscarle una nueva cesión en la que siga contando con minutos y pueda crecer para, al menos, poder sacar algo de rentabilidad en un futuro no muy lejano.

El caso de Pablo Pérez no es muy distinto. Regresó a Argentina y se le vio mucho más cómodo sobre el terreno de juego. Fue protagonista del gran arranque de curso realizado por Boca Juniors, pero las lesiones le han privado de contar con más oportunidades hasta la fecha. Los 12 partidos que ha jugado los ha repartido en 532 minutos, consiguiendo un tanto y dos asistencias.

El argentino tendrá otro año más en La Bombonera para demostrar que puede tener un sitio en el Málaga o al menos ganarse una salida mejor el próximo verano, incluyendo su continuidad en el conjunto bonaerense.

Quizá el jugador que mejor imagen ha dejado ha sido Portillo. Salió en invierno, reclamado por Pepe Mel para intentar devolver al Betis a Primera. El objetivo lo han cumplido sobradamente y la labor del paleño ha sido más que destacada. Aun así, el centrocampista no retornará a Málaga pues el club verdiblanco está obligado a ejercer la opción de compra por haber logrado el ascenso.

Además, dos canteranos con visos de poder estar en el primer equipo, dispusieron de aventuras lejos del Málaga. Pol Ballesté se destapó como un portero de gran futuro en El Palo. Pese al descenso, su temporada ha sido más que destacada y lo previsible es que haga la pretemporada a las órdenes de Javi Gracia y salga posteriormente cedido para seguir fogueándose. Junto a él, Víctor Ruiz, que marchó al Murcia donde se convirtió en un habitual, aunque no pudo lograr el ascenso tras quedar eliminado ayer ante el Hércules. Un capital futbolístico que vuelve al Málaga y sobre el que tendrán que decidir tanto Mario Husillos como Javi Gracia, capitanes de este proyecto.