Cinco derrotas en cinco partidos son cifras difíciles de digerir, sobre todo para un equipo que ocupa el farolillo rojo de la clasificación. No obstante, el UMA Probisa Pizarra sabe mantener la cabeza alta y no pierde las ganas y las fuerzas de seguir adelante en cada envite que afronta.

Los pupilos de Jorge Montoro volvieron a caer ayer, esta vez en su feudo y ante el L'Illa Grau (0-3) tras un encuentro en el que los catalanes no perdonaron en casi ninguno de sus saques, lo que llevó al conjunto estudiantil a fallar en recepción más que en otros partidos. No obstante, los parciales (20-25/19-25/21-25) dejan entrever que los locales lucharon por la victoria, aunque ninguno de ellos estuviera especialmente acertado -ni tampoco desafortunado-.

Poco pudo decir ayer el técnico malagueño tras el encuentro, pues la única explicación que encontró fue la calidad del rival: "Ellos tienen una plantilla muy buena, son uno de los mejores equipos de la categoría y se nos ha ido la victoria en casa aunque hemos hecho lo que hemos podido".

No obstante, Montoro hizo una reflexión: "Hay que mejorar, la mayoría de los equipos son superiores a nosotros y la única conclusión es que hay que seguir trabajando para poder estar más arriba".

Hasta ahora, los rivales a los que el Probisa se ha enfrentado en lo que va de temporada han sido, en su mayoría, conjuntos de la zona noble de la tabla que iniciaron el curso con un presupuesto mucho más elevado que los pizarreños y con unas plantillas completas, algo que no fue así en el caso de los universitarios.

A pesar de todo, el club pone al mal tiempo buena cara y confía en que las llegadas de Frainklin, Simo y Ceriales cambien el ritmo del curso: "Nuestros refuerzos han llegado tarde, pero espero que todo vaya a mejor desde ahora".