Hubo varios momentos de la temporada en los que el Balonmano Antequera 2010 se vio más fuera que dentro de la Liga Asobal. Desidia, falta de motivación y despistes puntuales, amén del futuro incierto de varios de jugadores, facilitaron el peligroso acecho de la zona de descenso. Un abismo que, felizmente, parecía alejarse con el comienzo del año y que quedó definitivamente atrás merced a las tres últimas victorias consecutivas, a las que hay que sumar la cosechada ayer en la pista del Fraikin Granollers (23-30), abatido por un Antequera lanzado en la conquista de la séptima plaza que permite disputar competiciones europeas, algo impensable hace sólo un mes.

Ortega dio un espaldarazo al proyecto con su renovación y sus pupilos respondieron a su llamada, pese a que algunos no jugarán en el Argüelles la próxima campaña. La comunión se pudo observar ayer en Palau d'Esports de Granollers, donde el bloque antequerano mostró su mejor versión basada en la defensa, el contragolpe y la solidaridad entre compañeros. Llevando a cabo estas premisas, el Granollers no fue rival.

Ya desde temprano el equipo malagueño presentó sus credenciales al triunfo, con un parcial de 0-5 en los primeros cinco minutos que sorprendió a los de Lorenzo Rueda, desbordados ante la irrupción visitante. Era una exhibición coral en la que todos ejercían su papel a la perfección: Jorge Martínez cubría de seguridad su meta; Obradovic mataba desde los nueve metros; Alexis avanzaba seguro por su costado; Trivundza, Bustos y Curkovic multiplicaban la agresividad defensiva; Pérez Canca dirigía con maestría; Baena apuñalaba el centro de la zaga rival… Con semejantes prestaciones, el Antequera acabó la primera mitad muy por encima del Granollers, inoperante en todas las facetas del juego (8-16).

El segundo acto arrancó como acabó el primero, con la iniciativa en propiedad del Antequera. Trivundza fue descalificado, pero tal circunstancia no alteró los planes de los malagueños, quienes gobernaron con autoridad hasta la conclusión y salieron aplaudidos de la cancha barcelonesa. Hoy juega el Naturhouse, que se sitúa donde quiere llegar el Antequera, que recibirá la semana que viene al Barcelona. Todo es posible.