Balonmano l División de Honor B

Paliza y permanencia del Hexa

  • Los de Juanjo Fernández doblegan al Almoradí y terminan sus partidos de casa entre vítores

Ha costado. Mucho, más de lo que se preveía en un principio por todo los puntos acumulados en la primera vuelta. Pero, al fin, la tranquilidad llegó a Maristas con la victoria de ayer del Hexa Aldemar, que apalizó al Almoradí Mahersol (31-20) y consiguió firmar la tan anhelada permanencia en la División de Honor B en casa, donde los 200 aficionados de siempre despidieron con una ovación a los suyos hasta el curso que viene sin saber en qué categoría disfrutarán del balonmano. Al bloque malagueño le resta un partido para finiquitar el campeonato, ante el Barakaldo, pero ya se dedica a otear el horizonte, incierto en estos momentos.

Antes de preocuparse de los asuntos futuros, los pupilos de Juanjo Fernández dieron una nueva lección de humildad y compromiso para vapulear al Almoradí. La defensa del Hexa, apoyada por un extraordinario y entregado Asier Zubiria, y el acierto en sus contragolpes fueron demasiada losa para los levantinos. Alcedo, Hoyos, Mata, Torres, Román, Pozo o el propio Zubiria demostraron de nuevo querer seguir defendiendo los colores del equipo de Maristas y se erigieron en piedras infranqueables para el Almoradí.

Por otra parte, mientras el primer equipo certificaba su estancia en la División de Honor B por una campaña más, el equipo provincial buscaba en el fuengiroleño Complejo Elola el ascenso a la Segunda Nacional, cuarta categoría del balonmano español. No obstante, el filial echó en falta dos tantos para lograr su objetivo, ya que cayó de manera ajustada ante el Dafisa (29-28) y se juega hoy ante el Moriles Maravillas de Córdoba subir de campeonato. En caso de derrota, los provinciales del Hexa disputarán la fase de promoción. Una muestra más de que en Maristas tienen mucho que decir en el balonmano.

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