La crisis castiga al deporte y el Hexa Aldemar figura como uno de los grandes damnificados. Tras certificar el pasado sábado su permanencia en la División de Honor B, categoría de plata del balonmano nacional, el horizonte que se abre para el club de Maristas es más difuso que nunca, pues los problemas económicos merman en exceso las opciones de continuar en la competición. De hecho, a día de hoy, la intención del Hexa es vender su plaza a algún club interesado. "En estos momentos la situación es muy mala y mantenernos es la opción menos viable, por lo que venderemos la plaza y jugaremos en la Primera Nacional. Algunos clubes ya me han llamado, pero prefiero no comentarlos de momento", decía ayer el presidente del Hexa, Rafael Martínez.

Y es que desde la retirada de Sifa como patrocinador de la entidad malagueña, dejando un agujero de 100.000 euros en su presupuesto, el día a día de la escuadra de Juanjo Martínez ha sido muy incierto. "No podemos cumplir al 100% con el compromiso hecho con los jugadores. Para no tener garantías, preferimos competir en otra competición", afirma Martínez, que tampoco puede confirmar la presencia de Hexa como principal sponsor la campaña que viene: "Ahora mismo está en el aire".

El máximo dirigente malacitano, por otra parte, se queja del apoyo municipal. "Es una realidad. De todos los partidos que hemos tenido en casa, no han venido ni una vez. A nivel de instituciones no hemos tenido ningún reconocimiento. Es algo que nos deja un mal sabor de boca", explicaba Martínez, a la espera de una reunión con las administraciones locales para esclarecer el estado de las subvenciones.

Por tanto, la solución para seguir en División de Honor B "pasa por encontrar un patrocinador que se haga cargo de la mayoría de gastos del club", según Martínez, que aclara la filosofía a mantener en Maristas: "Lo que queremos es que haya muchos niños jugando al balonmano y eso es sostenible. Si no tuviéramos ese apoyo, jugaríamos en Primera y el filial, en Segunda Nacional".