El Unicaja sabe desde ayer que deberá emplearse al máximo si quiere convertir a Terrell McIntyre en el base que lleve la próxima temporada las riendas del equipo de Aíto García Reneses. El club malagueño remitió hace unos días al agente del jugador una primera oferta para intentar convencerle (una temporada con opción a una segunda) y aguardaba una reacción que finalmente llegó ayer. La respuesta fue negativa.

El agente del base norteamericano, Craig Spitzer, aseguró a este periódico que la oferta malagueña había sido "más baja de lo esperado" y que no satisfacía del todo las exigencias de su representado. La reacción, no obstante, no pilló por sorpresa al Unicaja, que es consciente del elevado caché del jugador y de los numerosos pretendientes que están llamando a su puerta.

La negativa no es definitiva. El agente de McIntire está dispuesto a seguir escuchando al club malagueño, que en los próximos días remitirá una nueva oferta mejorando las condiciones primigenias. La operación es costosa (el Unicaja deberá abonar de inicio 250.000 euros al Montepaschi Siena), pero el club malagueño hará todo lo posible por traerle a Málaga y satisfacer así el deseo de Aíto. Cuenta con la intención del jugador de emprender una nueva aventura lejos de Siena y con el atractivo que supone para el base saber que tendría un rol destacadísimo como cajista. Pero la competencia es muy exigente.

McIntyre se ha convertido en una de los jugadores más pretendidos del mercado y tiene sobre la mesa varias ofertas e innumerables equipos interesados, de entre los que destacan especialmente dos. Uno de ellos es el poderoso Panathinaikos, que piensa en él como sustituto de Spanoulis si finalmente éste se cambia al rojo del Olympiakos. El otro es, ni más ni menos, que Los Angeles Lakers. El agente del jugador aseguró ayer a este periódico que maneja una oferta del reciente campeón de la NBA por alrededor de un millón de dólares para que McIntyre juegue la próxima campaña junto a Pau Gasol y Kobe Bryant. El base tendría así la oportunidad de debutar a sus 33 años en la NBA, aunque lo haría con un rol muy secundario.

cook, más lejos

Las gestiones por contratar a McIntyre alejan cada vez más a Omar Cook de Málaga. Tras renunciar a la cláusula de renovación, el club malagueño sólo piensa ahora en el jugador con pasaporte montenegrino como una opción para ejercer de segundo base, siempre y cuando rebaje sus pretensiones económicas. Las negociaciones con su agente son, a día de hoy, inexistentes, aunque desde el club se asegura que está en la recámara.