Carlos Cabezas volverá al Carpena. Pero será el 22 o el 23 de enero cuando, de no mediar contratiempo, se presente en Málaga con la camiseta del CAI Zaragoza, su nuevo equipo hasta final de temporada. El Unicaja no igualó antes de la medianoche de ayer la oferta que el club aragonés había presentado el pasado viernes en la sede de la ACB, que ascendía a 250.000 euros netos. Los problemas físicos de McIntyre y Panchi Barrera habían reabierto un opción que parecía cerrada hace unos días. Se ha dudado seriamente en el seno de Los Guindos sobre si acometer o no la contratación del base malagueño. Se pusieron en la balanza pros y contras. Ganaron estos últimos.

"Cualquier eventualidad será cubierta con jóvenes del equipo vinculado", es el mensaje que a última hora de la tarde de ayer se transmitía desde el Unicaja para explicar el no definitivo a Cabezas. La opción de traer de vuelta al hijo pródigo se desechó para no cerrar el paso a Barrera y Freire, apuestas del club. Ha ayudado también el diagnóstico médico favorable sobre la fascitis de McIntyre. Con reposos periódicos y limitando sus minutos, más el tratamiento adecuado, se estima que podrá aguantar hasta final de temporada.

La negativa también encierra una previsión económica. Se ha preferido no utilizar ya el remanente de dinero destinado a imprevistos en forma de lesiones o bajo rendimiento de algún jugador. El tiempo dirá si la decisión es la correcta. Se deja pasar la oportunidad de contratar a un jugador contrastado, cuyo periodo de adaptación sería inexistente y que daría empaque a la línea exterior. A cambio, se refuerza la apuesta por los jóvenes y se guarda dinero para un escolta, la carencia más clara que técnicos y dirección deportiva han detectado en el equipo en estos inicios de temporada. También, de esta manera, se da por supuesto que los problemas de fascitis de McIntyre no van a ir a más. El club admite que sigue rastreando el mercado para subsanar esa debilidad en el puesto de dos.

Así, pues, Cabezas sigue siendo historia, quién sabe si futuro, en el Unicaja. El jugador coge el petate y esta mañana toma un AVE con destino a Zaragoza. Cuatro horas de camino para llegar a la ribera del Ebro y ser presentado por la tarde con todos los honores por un equipo que le espera con los brazos abiertos y que ha apostado muy fuerte por su contratación para consolidar su posición en la ACB ante las dudas levantadas por Riera y Van Rossom, sus compañeros de posición.

El jugador, que tenía previsto viajar el martes a Zaragoza, cambió sus planes en vista del escenario distinto que se planteaba. Ahora sí, ya piensa que en el color rojo del CAI. "Afronto esta etapa con mucha ilusión. Zaragoza es una plaza importante en la ACB y es un buen sitio para relanzar mi carrera. El club se ha interesado muchísimo por mí. He vivido estas últimas horas expectante y estoy más tranquilo porque ya se ha resuelto todo", aseveraba anoche Cabezas desde su domicilio. Le espera una nueva etapa tras la experiencia moscovita. Poco más de medio año para colocarse de nuevo en el escaparate y lucir con los mejores bases de la ACB al final de la temporada.