Balonmano l Liga Asobal

Un triunfo que vale oro

  • El Balonmano Antequera da una lección de coraje en Alcobendas, donde hunde a un rival directo y adquiere ya una valiosa renta de siete puntos sobre el descenso

Cambio de guión. La salida del equipo hacia Madrid ya fue distinta a la de otras ocasiones. José Antonio Ríos y Rafael Martínez aprovechaban el día de descanso y despedían al equipo al filo de la siete del mañana en una clara muestra de apoyo a los profesionales. Y la respuesta fue fulminante. El Balonmano Antequera sumó su segundo triunfo a domicilio de la temporada tras superar, en un encuentro marcado por un apagón eléctrico de más de 15 minutos a sólo tres para la finalización del encuentro, al Alcobendas por 19-22. Ni la falta de fluido eléctrico sacó del encuentro a los andaluces. No fue un triunfo fácil. Los chicos de Antonio Carlos Ortega tuvieron que trabajar intensamente para sacar un partido vital en la lucha por la permanencia. La victoria les coloca con 12 puntos, a siete del descenso y con el gol average a favor, en un gran paso hacia la salvación. El Alcobendas se hunde en la tabla clasificatoria y no logra salir de los puestos de descenso.

El Antequera salió enchufado. Durante muchos minutos de la primera mitad controló el tiempo de juego e impuso su ritmo. Apoyado en un extraordinario Jorge Martínez, el equipo malagueño mandó en el electrónico y llego a disfrutar de hasta cuatro goles de ventaja (4-8). Esta vez los lanzamientos de siete metros salvaron al equipo de Ortega, que no encontraba en ataque la fluidez de otros encuentros. De hecho, las modificaciones defensivas del rival y los ajustes en su sistema, propiciaron la remontada del equipo dirigido por Rafa Guijosa, que al descanso igualaba la contienda (10-10).

Tras la reanudación los locales tomaron el timón. Mijatovic se mostraba infranqueable y la noche se convertía en un festival de los porteros. Chispi y Stefanovic devolvían la igualdad al marcador (12-12) y aprovechaban los aciertos de su portero para salir en contragolpe. Con Baena muy controlado, el cuadro antequerano necesitaba forzosamente de su primera línea para salir del atolladero. Chispi, Bakic y Chelu de manera intermitente rescataban al equipo, mientras las superioridades numéricas de los verdes daban mayor libertad a Baena en la línea de los seis metros. La experiencia de Vigo en la dirección del juego también se notó y el cuadro antequerano arañó lo necesario para abrir un hueco en el marcador irrecuperable para los locales (17-20 minuto 27). Ni el apagón evitó la victoria de los chicos de Ortega, que acarician la salvación.

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