Julio Baptista está más cerca que nunca del Málaga. Literalmente, puesto que el fin de semana pasado llegó a Sevilla para pasar unos días de relax junto a familiares y amigos, como Sergio Baptista, primo suyo y enlace a través del cual el director deportivo, Antonio Fernández, le hizo llegar su interés por llevárselo al Málaga. Oficialmente está en estado de desconexión, jugando al golf y visitando lugares familiares en los que antaño hizo de vida. Oficialmente, su discurso es de echar balones fuera. "Me he enterado del interés del Málaga por los periódicos, no he hablado con Antonio Fernández", aseveró ayer en Canal Sur. Finalmente, según supo anoche este periódico, parece que su llegada puede ser como cedido, aunque ése no sea el gusto de la entidad de Martiricos.

El centrocampista brasileño se hizo el sueco al ser interrogado por su cercanía al Málaga, seguramente aleccionado por Fernández para llevar en sigilo las gestiones. El todavía jugador de la Roma admitió al menos que siempre "es atractivo regresar al fútbol español". Además, también reconoció que las proposiciones de Galatasaray y Tottenham son reales y que igualmente existe un fuerte interés desde Brasil para que regrese a sus orígenes, aunque Baptista espera continuar con su carrera en Europa.

Según fuentes del Sevilla, el brasileño también ha sido ofrecido al conjunto de Gregorio Manzano, que busca desesperadamente refuerzos invernales que ayuden a enderezar la errática temporada. "Mi equipo es la Roma", aseguró el jugador, que vive un divorcio con su entrenador, Claudio Ranieri, y sabe que en 2011 lucirá otra camiseta. No es descartable un encuentro hoy aprovechando el desplazamiento del Málaga a Sevilla para jugar la Copa del Rey.