Málaga

"Es imposible atajar el 'botellón' desde el punto de vista policial"

  • El concejal lamenta la denuncia de los vecinos del centro histórico y asegura que una de las medidas que se plantea es incrementar el control a los establecimientos que venden alcohol en el centro

-¿Cómo afronta las críticas que se han suscitado contra el Ayuntamiento debido a los botellones que ha habido durante la Feria?

-El botellón es un fenómeno social que lleva muchos años y que no es ni mucho menos exclusivo de Málaga. Desgraciadamente hay jóvenes que entienden como única forma de divertirse beber alcohol. Pero las quejas no son de este año. Casi siempre se producen en Feria porque el centro histórico tiene muchas calles peatonales y estrechas donde hay una concentración importante de personas bebiendo que evidentemente producen molestias que a veces se convierten en problemas de convivencia para los vecinos.

-¿La Policía Local podría haber hecho más para evitarlos?

-Es imposible atajarlo desde el punto de vista policial. No se puede poner en prevención un policía en cada calle ni detrás de cada joven. Hay que buscar otro tipo de soluciones porque el tema de la Feria no es un tema únicamente responsabilidad del Ayuntamiento, se requiere la implicación de asociaciones de vecinos, comerciantes, hosteleros y peñas.

-¿Piensa entonces que se ha hecho todo lo que se podía?

-Durante la Feria vimos que había algunas medidas que se podían reforzar y se han reforzado. En la propia plaza de la Merced, cuyas obras no habían concluido, se decidió vallarla. También lo hicimos a mitad de semana en la calle Císter porque los vecinos no podían entrar a sus domicilios. Pero claro , las personas que estaban concentradas en estas zonas se fueron a otras calles aledañas y lo que ocurrió fue una dispersión del mismo fenómeno que es complejísimo y que policialmente no se puede solucionar hasta que no busquemos entre todos otras alternativas que se van a plantear en la reunión que va a haber en el mes de octubre. Ahí esperamos que la oposición no sólo se dedique a criticar sino también a proponer alternativas que contribuyan a minimizar que la gente beba en la calle.

-¿El Ayuntamiento se plantea ya alguna solución contra el botellón de cara a la Feria del año que viene?

-El concejal de Cultura, Damián Caneda, ya ha adelantado alguna en relación a la eliminación de las barras de alcance en la vía pública y quizás la búsqueda de más espacios donde pueda haber música y actuaciones relacionadas con la Feria. Pero lo que habrá que controlar es a los establecimientos que venden alcohol porque hemos detectado y sancionado a muchos que no tenían permiso para ello y otros que lo han hecho a menores. Todo esto complica la situación y hace falta voluntad por parte de los sectores implicados para solucionar las cosas.

-¿Se podía prever que la situación llegara hasta este punto?

-Ha habido mucha planificación y organización, lo que pasa es que una vez que se producen las concentraciones disolverlas puede implicar que el efecto sea peor. Por supuesto, cuando ha habido peleas la policía ha sabido en todo momento cómo actuar. Es complejo prever la cantidad de gente que se va a concentrar y en qué zonas porque se iban moviendo a medida que íbamos reforzando la presencia policial. También se ha producido un fenómeno nuevo debido a las redes sociales porque hemos comprobado que los jóvenes se han convocado en zonas concretas para beber alcohol. Por eso hay que implicar también a los padres en la concienciación de sus hijos porque hemos encontrado a muchos menores consumiendo alcohol y drogas en la calle.

-¿Se plantea prohibir el botellón tanto en el centro como en el recinto ferial?

-La prohibición de beber en la calle existe salvo que se determinen espacios específicos según la legislación andaluza. El problema es que la solución vía sanciones es casi imposible y eliminarlo es complicado ante tal concentración de gente. De hecho se han producido agresiones a policías y a trabajadores de limpieza cuando han intentado limpiar una zona a partir de las 18:00 de la tarde. Casualmente en el recinto ferial donde se acotó un espacio para ello es donde menos altercados se han producido. Lo que significa que el control del botellón que se buscaba en la feria del Real funcionó y se evitó la dispersión absoluta que se ha producido otros años. Se han reducido peleas, agresiones y la suciedad. Independientemente de que guste o no guste, creíamos que era lo menos malo que se podía hacer y viendo que el año pasado funcionó decidimos volver a hacerlo. Pero en el centro es diferente porque se juntan los bares que venden bebidas para que se consuma directamente en la calle y las personas que traen sus botellas para beber en la calle. Y ese problema también debemos ver cómo atajarlo porque no es lógico que se puedan comprar botellas en el mismo centro histórico y se debe ver qué establecimientos tienen permiso para hacerlo y cuáles no.

-¿Le parece razonable la decisión de algunos vecinos del centro de denunciar al Ayuntamiento por culpa del botellón?

-Nunca me parecen razonables las denuncias judiciales cuando ha habido reuniones y cuando además se les dijo que se iban a tomar las medidas que sobre la marcha se pudieran. No es la solución aunque tienen nuestro respeto y lamentamos que se hayan producido incidentes. Pero creemos que el diálogo es la vía que hay que buscar.

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