Málaga

Tren litoral, sólo una firma tras diez años

  • Fomento y Junta constituyen la sociedad que impulsará el proyecto, pero no desvelan qué compromisos asumirán

Diez años para un protocolo del que, a día de hoy, se desconocen públicamente sus detalles. Éste es el fruto de algo más de una década de debate en torno al corredor ferroviario de la Costa del Sol, infraestructura prometida por el entonces presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves allá por el año 2000 para unir por tren Málaga capital y el municipio de Estepona. Pero tras este alargado lapso de tiempo, el proyecto emblemático de la Administración regional en la provincia sigue sin arrancar, sin avance alguno, más allá de la redacción de los documentos técnicos de buena parte de su recorrido.

La consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz, confirmó ayer lo que en la noche del pasado lunes comentó el presidente andaluz, José Antonio Griñán, que el protocolo de creación de la sociedad mixta con el Ministerio de Fomento ya está firmado por todas las partes implicadas. Es decir, por el ministro del ramo, José Blanco; los presidentes de Renfe y Adif, Teófilo Serrano y Antonio González Marín, respectivamente, y por la propia consejera andaluza. Pero, a efectos prácticos, ¿qué supone esta rúbrica?

Cruz, aprovechando la rueda de presa posterior al Consejo de Gobierno de ayer, destacó que lo más importante del hito "es el compromiso que asume Fomento para todo el corredor", es decir, para los 85 kilómetros que distancian la capital de la Costa del Sol del otro extremo occidental. Cabe recordar que en los orígenes del proyecto, la actuación quedó desglosadas en dos zonas: la primera, entre Fuengirola y Estepona, de nueva construcción en su integridad, era asumida por la Junta, mientras que la segunda, Fuengirola-Málaga, coincidente con el tramo del Cercanías, lo era por el Gobierno central, que a lo largo de los últimos años ha desdoblado buena parte de la línea. Sin embargo, todo apunta que será necesario ejecutar un ramal alternativo con la idea de que pueda acoger circulaciones de altas prestaciones, de imposible encaje en el actual sistema de Cercanías.

La consejera destacó la trascendencia que esta infraestructura tendrá para la Costa del Sol, al objeto de "resolver los problemas de movilidad de la población existente en una zona de alta concentración" e insistió en pedir que no se confunda el tren litoral del conocido corredor ferroviario del Mediterráneo, que excluye su paso por el litoral malagueño.

Lo que no hizo la consejera ni el Ministerio de Fomento fue aclarar en qué se traducen los supuestos compromisos asumidos en el protocolo. De hecho, el anuncio de este paso, que puede considerarse como el reinicio de este proyecto, no permite desvelar algunos de los principales interrogantes. ¿Qué participación tendrá cada administración en la sociedad mixta? ¿Qué plazos manejan para la puesta en marcha de esta gran obra, valorada en unos 5.000 millones de euros? ¿Qué dinero aportarán ambas a la intervención en 2012 y años posteriores? ¿Existe interés real de empresas privadas en intervenir en la actuación? Son cuestiones que, es de esperar, tendrán que responder los responsables públicos.

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