Málaga

Testigos que hablan de la historia

Huelva

La provincia de Huelva cuenta con una cronología que supera los cinco milenios. Sus vestigios hablan mucho de su prehistoria. La ruta que le proponemos busca hacer repaso por la memoria histórica de las personas que nos precedieron a través del rico patrimonio arqueológico que tiene por herencia la provincia onubense. Huelva cuenta con dos fases bien diferenciadas en cuanto al levantamiento de los dólmenes se refiere: una neolítica, y otra calcolítica. La Ruta Dolménica de Huelva está creada en torno a un variado conjunto de monumentos megalíticos, significativos por su singularidad, estado de conservación y accesibilidad, de entre los cerca de doscientos que se encuentran repartidos por la geografía de la provincia de Huelva, pertenecientes al grupo megalítico occidental y vinculados junto a los existentes en Portugal y Extremadura, con las culturas atlánticas y la ruta de los metales hacia el norte. Los conjuntos seleccionados en la ruta dolménica son: el Dolmen de Soto, los Dólmenes de El Labradillo, Dólmenes de El Pozuelo, los Dólmenes de Los Gabrieles.

Salvo el de Soto, los restantes se hallan formando conjuntos de varios elementos dolménicos. De esta forma nos encontramos ante verdaderas necrópolis o, tal vez, lugares rituales en los que el culto funerario-religioso, la territorialidad, el simbolismo y la identificación tenían su espacio definido y definitivo. Pero seguramente no se trata de conjuntos aislados unos de otros, sino que constituyen un modelo de ocupación del territorio en el que tanto los elementos religiosos simbólicos como los socioeconómicos no se encuentran fuera de lugar.

El dolmen de Soto fue uno de los primeros conocidos en la provincia. Forma parte de las construcciones dolménicas del occidente europeo y puede ser clasificado dentro del tipo de corredor y cámara en V. Se halla cubierto por un túmulo y tenía un anillo perimetral de piedra que lo delimitaba. Su estructura está conformada por una serie de dólmenes sucesivos formados por pilares como soportes verticales y losas de cubierta, todos ellos de arenisca y pizarra, y también de caliza y conglomerado de la zona.

Con sus 20,90 metros de largo es unos de los de mayor longitud de la península y el mayor de la provincia, lo que lo singulariza respecto a los demás dólmenes conocidos de Huelva. Los numerosos grabados que enriquecen sus paredes constituyen uno de los más importantes conjuntos simbólicos de la Península Ibérica, y se hallan constituidos por simples líneas, cazoletas, puñales, ídolos, figuras antropomorfas y otros signos. Los Dólmenes de El Labradillo se componen de dos áreas. En la primera se hallan los dólmenes I y II y los restos de otro túmulo, que evidencian la posibilidad de la existencia en el lugar de otro enterramiento dolménico. En la segunda se halla el dolmen III y la cantera que proporcionó los materiales para su construcción.

Los dólmenes de los Gabrieles, de casi un kilómetro cuadrado de extensión, se hallan en plena dehesa de alcornoques y encinas; y está constituido por seis dólmenes de galería cubierta, que presentan dimensiones y estado de conservación diversos. El estudio de los materiales hallados en sucesivas excavaciones, de sus grabados y tipología constructiva, permite determinar que se trata de unas construcciones del III a. C.

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