Málaga

Los jóvenes sobradamente preparados hacen la maleta

  • Alemania y el Reino Unido se convierten en el objetivo de los titulados universitarios que aspiran a emigrar · El 22% de las demandas de empleo internacional de la red Eures corresponde a españoles

Daniel Bolaños tiene 26 años, dos títulos en ingeniería industrial (técnica y superior) y el 9 de enero empezará a trabajar en Baden-Württemberg, al suroeste de Alemania. Terminó su última carrera en julio y desde entonces ha centrado su vida en buscar trabajo. Ha enviado centenares de currículos y ha sido llamado a cinco entrevistas: una en Madrid, otra en Málaga, dos en Alemania y una en Austria. En Málaga le ofrecieron 600 euros al mes con la observación de que en la empresa no había horarios. Ahora se frota los ojos. Tendrá contrato fijo, jornada de ocho horas, un sueldo neto que triplica el prometido en su tierra, clases de alemán pagadas, la empresa le costea dos meses de hotel y le ayudará a buscar un apartamento.

Daniel ha caído en el reclamo que hizo la presidenta Angela Merkel durante su visita a España en febrero, cuando dijo que su país necesita 100.000 ingenieros en la próxima década y que le gustaría que fuesen españoles. Alemania reclama profesionales para los sectores de la sanidad, ingeniería, docencia de español y hostelería y turismo.

La aventura exterior de este ingeniero malagueño arrancó por casualidad. Un amigo le informó de publicaciones aparecidas sobre la búsqueda de ingenieros españoles y en una web alemana halló una oferta. Envió el currículum y fue llamado para una entrevista. Ahí fue donde descubrió qué es la red Eures (http://ec.europa.eu/eures/home.jsp?lang=es), un portal que reúne las ofertas internacionales de los servicios públicos de empleo de la Unión Europea.

Tras la visita de Merkel se han organizado varios procesos de selección de ingenieros españoles. El último tuvo lugar durante el puente de la Constitución, cuando 100 profesionales españoles volaron a la capital de Baden-Württemberg. Treinta han vuelto con contrato y entre ellos Daniel Bolaños. "Al llegar a Sttugart flipé. ¡Cómo nos tratan allí a los ingenieros!". Tres empresas se interesaron por él. Finalmente se entendió con la pyme Faw Industrial Automation. Se dedica a la robótica y está interesada en lo que mejor sabe: la monitorización de procesos automáticos a través de internet.

La red Eures cuenta en la actualidad con las ofertas de trabajo de 25.500 empresas y tiene 755.000 currículos de aspirantes a un puesto. El 22% son españoles, a los que siguen los italianos (12%), rumanos (7,6%) y portugueses (6,4%). En definitiva, están dispuestos a emigrar las principales víctimas de la crisis. Por el contrario los países que ofrecen más empleos son Alemania y el Reino Unido

Carlos Palomo es consejero de la red Eures en Málaga. Son tantos los jóvenes interesados en emigrar, la mayoría titulados en ingenierías, pero también en carreras sanitarias y letras, que ha tenido que organizar un curso para que en cada oficina del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) de Málaga haya un asesor capaz de orientar a los aspirantes. Admite que fuera hay trabajo, pero también aclara que tampoco se atan los perros con longanizas. "Para un país con cinco millones de desempleados, ¿qué son 30 puestos en las ingenierías de Baden-Württemberg?".

Los procesos selectivos son puntuales y modestos en número. El próximo que previsiblemente se realizará será para elegir a 15 profesores de español para la Baja Sajonia. La más numerosa que se ha producido fue una de Amazon para empaquetar libros durante unas semanas. Precisa que la red lo que proporciona es información sobre el escenario laboral exterior, no gestiona los empleos. El trabajo tienen que buscarlo los candidatos y para eso es necesario un buen conocimiento de los idiomas, sobre todo inglés, ser un poco arrojado y tener contactos en otros países. "En general es mucho más difícil encontrar trabajo desde aquí que ya en el país elegido".

Aunque también hay excepciones que rompen la norma. Es cuestión de insistencia. Recuerda un mecánico de Peugeot desempleado con cerca de 40 años y sin manejo del inglés que con la ayuda de Europass (http://europass.cedefop.europa.eu/es/home) tradujo su currículo y lo envió a un centenar de concesionarios de su antigua compañía por toda Europa. Hace casi un año que trabaja en Suiza y su actual empresa le financia el aprendizaje del alemán.

La experiencia de Carlos Palomo indica que la mayoría de los aspirantes a emigrar se interesan por Alemania (que concentra su oferta laboral en Baviera y Baden-Württemberg) y el Reino Unido seguidos, pero de lejos, por Suiza y Noruega. "Están parados buscan un trabajo o, por lo menos mejorar su inglés". En definitiva, experiencias profesionales y vitales.

El rondeño Sebastián Guzmán , de 26 años, terminó Bellas Artes en Granada en 2009 y después hizo un posgrado de Arte de Mediación. Desde entonces ha sido voluntario de Emmaüs Francia con European Citizen Action Service, dos ONG que refuerzan la solidaridad social, la cultura y el valor de la sociedad civil. También ha trabajado en una granja ecológica en La Alpujarra granadina y en Ronda en un evento internacional de Ashton Martin.

Horas antes de partir rumbo a Delhi (India), donde permanecerá cuatro meses, explica por correo electrónico desde Londres que su último empleo ha estado en un restaurante de comida orgánica en Notting Hill. "Ha sido duro, pero también divertido y rico en experiencias". Afirma que allí ha aprendido a tratar con todo tipo de gente, incluidos los ricos y famosos, a ser paciente, a trabajar en grupo y a manejar el estrés, al tiempo que se empapaba de la agitada vida londinense, un lugar de paso al que posiblemente vuelva porque ha propuesto un proyecto a su antigua empresa que ha interesado. La posibilidad de encontrar empresas abiertas y oportunidades es prácticamente "impensable en España" por culpa de "la falta de medios, la mala administración del dinero y la poca atención que se da a nuevos proyectos". Su sensación es que se "está desaprovechando mucho talento", de modo que mucha gente preparada "se ve incapaz".

En definitiva, reconoce que es más fácil incorporarse al mercado laboral fuera de España, pero confiesa que a él sobre todo le empujó la inquietud por aprender y someterse a nuevos retos personales.

Nadie ha cuantificado el talento que se pierde. La libre circulación en la Unión Europea apenas deja rastros estadísticos del constante chorreo de titulados universitarios que han emigrado desde que la actividad económica se torció.

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