El Metro de Málaga quiere convertirse en la principal alternativa para la movilidad de los ciudadanos tocando de lleno la fibra más sensible: el bolsillo. La estrategia en la que vienen trabajando desde hace meses la concesionaria del suburbano y la Junta de Andalucía, administración responsable del proyecto, apuesta de manera clara por abaratar de forma considerable el precio del trayecto a aquellos clientes que hagan uso de los trenes de forma habitual. Al punto de que los estudios hoy sobre la mesa, que están siendo objeto de discusión entre las partes, contemplan ahorros que rondarían el 60% ó el 70% respecto al coste del billete sencillo para los clientes que superen un número de viajes determinado.

Así se refleja en un trabajo realizado por la empresa Prointec para la sociedad que desde febrero de 2013 explotará comercialmente el ferrocarril urbano. Este documento, que marca dos posibles precios para el billete ocasional, 1,35 euros y 1,4 euros, es objeto en este momento de conversaciones y reajustes, con lo que no se trata aún de valores definitivos. No obstante, sí permite observar las líneas a seguir. El informe, de 30 páginas y al que ha tenido acceso este periódico, diseña varios escenarios y trabaja sobre múltiples hipótesis de precios, aunque en todos los casos es contundente a la hora de premiar a los usuarios más fieles. La idea es que desde febrero del próximo año el Metro eche a andar con tres títulos disponibles: el billete ocasional, la tarjeta del Consorcio Metropolitano de Transportes (ya en uso) y la tarjeta de descuento progresivo, que es la gran novedad, puesto que su gran beneficio es que cuanto más uso se haga del suburbano más rebajas se tendrán. Para este último producto se barajan varios modelos tanto en porcentajes de descuento como en tramos de viaje sobre los que se aplican estas bonificaciones.

Un ejemplo realizado por Prointec permite visualizar las bondades de este producto. La experiencia toma como referencia uno de los dos precios que se barajan para el billete ocasional, 1,35 euros, y realiza los ajustes sobre tres tramos de descuento diferentes. El primero de ellos, del 50%, se aplica de forma directa a los primeros veinte viajes en el suburbano, lo que supone que cada uno de estos trayectos se cobraría a 0,68 euros; el segundo, con una rebaja del 70%, afecta a los desplazamientos entre el 21 y 40 (0,41 euros el viaje), y el tercero y más extremo, del 90%, se aplica cuando se superen los 50 viajes, frontera a partir de la cual cada trayecto le costará al cliente 0,14 euros.

Este ejercicio permite concluir, por ejemplo, que a un usuario que use el suburbano al menos 40 veces al mes (dos al día en periodo laboral, sin incluir fines de semana) se le cobraría de media 0,55 euros por desplazamiento, frente a los 1,35 del billete ocasional. No obstante, éste es uno de los varios modelos objeto de análisis por parte de los responsables del ferrocarril urbano. Así lo expuso a Málaga Hoy el director de Explotación del Metro, Andrés Gabarain, que subraya "la sencillez" con la que se quiere dotar al sistema de tarifas que entrará en servicio en febrero del año que viene. "El objetivo es que sea fácil de interpretar por parte de los viajeros", apuntó.

Y esa es una finalidad que, a priori, cumple perfectamente la principal novedad a introducir, la ya mencionada tarjeta de descuentos progresivos. El funcionamiento de la misma es bien sencillo: el usuario la utilizará cada vez que vaya a cancelar un viaje, acumulándolos todos hasta final de mes. Será en ese momento cuando automáticamente se le descontará el coste de los trayectos realizados y se aplicarán los descuentos existentes en función de los desplazamientos.

Por ello, los análisis actuales toman como punto de partida varios tramos de trayectos a los que aplicar bonificaciones: el ya comentado en el ejemplo anterior, de 1-20; 21-50, y más de 50 viajes, y otro más holgado de 1-40; 41-70 y más de 70. A lo que sumar también dos modelos de descuentos según el uso que se haga del suburbano, que pueden ser del 40%, 60% y 80% o más elevados, como del 50%, 70% y 90%. Las estimaciones realizadas por Prointec apuntan claramente que en el arranque del Metro el título más usado será la tarjeta del consorcio, algo razonable si se piensa que es un producto "vivo en la calle". La utilización de este producto se beneficia igualmente del primero de los tramos de descuento analizados anteriormente, es decir, de una reducción que puede ser del 40% o del 50%.

Para el director del suburbano, Enrique Salvo, el trabajo que se viene realizando desde hace meses junto a la concesionaria busca precisamente diseñar "el sistema más fácil y más económico, con el fin de que el Metro sea un modo sustitutivo del vehículo privado". "No sólo debe ser competitivo en tiempos sino también en precios", expuso. Salvo, además, hizo hincapié, de un lado, en la necesidad de que los títulos sean sencillos de entender por parte de los usuarios y, de otro, en la importancia de vincular el uso del Metro a otros medios como los Cercanías, la EMT y los autobuses metropolitanos del Consorcio de Transportes. Ello permitiendo el uso de la tarjeta existente en este espacio de movilidad.