El sector turístico local está bastante molesto con el escaso acierto de las previsiones meteorológicas en la provincia para Semana Santa difundidas por los medios de comunicación, principalmente nacionales, ya que, a su juicio, han perjudicado notablemente la llegada de turistas a este destino. "Apenas ha llovido, pero se le ha dado tanta publicidad a la lluvia que iba a caer en la Costa del Sol que han venido menos turistas", denuncia Manuel Villafaina, presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de Málaga, quien subraya que "las cadenas de televisión nos quieren poco", en referencia a los mapas del tiempo de todos los telediarios en los que se auguraban fuertes aguaceros durante toda la semana, algo que finalmente no ha ocurrido.

"En Málaga ha llovido muy poco pero las noticias daban cada día la posibilidad de chubascos y eso no invitaba a la gente a venir. Entiendo que hay que dar la información meteorológica, pero te pintan un sol, una nube y cuatro gotas y han hecho mucho daño porque el tiempo no ha sido tan malo como se afirmaba. Ha llovido mucho más en el resto de España", añade Miguel Bordera, director de zona de la cadena hotelera MedPlaya.

Rafael Prado, presidente de los hosteleros malagueños, es igual de crítico y considera que "el hombre del tiempo nos ha perjudicado bastante porque nuestro principal negocio es el sol y la Semana Santa lo acompaña como elemento cultural", a la vez que indica que "el tiempo suele equivocarse con bastante frecuencia en la capital porque ésta tiene un microclima". "Los medios de comunicación han avisado mucho sobre la lluvia y numerosos clientes han decidido no ponerse en carretera en recuerdo de lo que pasó el año pasado, que llegaron y no pudieron ver apenas procesiones", explica Jorge González, director del hotel AC Málaga Palacio. "Lo de la lluvia ha sido una pena, pero no podemos hacer nada. Cuesta mucho dinero hacer un viaje y la gente no viene si no sabe a ciencia cierta que no va a llover", destaca Lourdes Grau, directora del hotel Molina Lario, una opinión con la que coincide el hotelero y directivo de turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) Miguel Sánchez.

A nadie le ha hecho gracia las continuas dudas sobre el tiempo que ha habido durante toda la semana, aunque cabe señalar en defensa de la Agencia Estatal de Meteorología que el tiempo en la provincia ha estado loco, con momentos soleados y muy nublados en intervalos de apenas 10 minutos. Esa inestabilidad, unida a la fuerte crisis económica y a que la mayoría del turismo que visita Málaga en Semana Santa es nacional, han sumado todos los puntos para que, según Miguel Sánchez, la semana haya sido "bastante floja". Un hotel emblemático como el Málaga Palacio no ha conseguido superar el 90% de ocupación en los días fuertes -de Miércoles a Viernes Santo- y algo similar ha ocurrido en el resto de hoteles de la capital consultados por este diario. Grau, del Molina Lario, indica que "el primer fin de semana fue mejor que el año anterior, rozando el 95%, pero salvo el Jueves que estuvimos llenos, el resto de días ha sido similar al de 2011". En el MS Maestranza, la ocupación ha sido del 90% los días festivos y del 85% el resto de la semana.

En la costa los resultados han sido, según Bordera, "muy descafeinados, aunque era lo que temíamos". Su cadena es propietaria de cuatro hoteles en Torremolinos y Benalmádena de tres y cuatro estrellas -Bali, Villasol, Riviera y Pez Espada- y "la crisis se ha notado mucho". Bordera asegura que "los clientes entraban en los hoteles preguntando directamente por el precio y, si no les gustaba, se iban a otro hotel porque sabían que había plazas de sobra". En este sentido, el directivo de MedPlaya resalta que han tenido un mejor comportamiento los hoteles de tres estrellas -cuya ocupación ha estado entre el 85 y el 90%- que los de cuatro, que se han tenido que conformar con tener entre el 70 y el 75% de las camas ocupadas. Miguel Sánchez, dueño del hotel Amaragua en Torremolinos o Calamijas en Mijas Costa, afirma que sus recintos costeros han tenido una tasa de ocupación del 70% en los días principales y del 65% entre semana.

Los hoteleros, en líneas generales, están "relativamente contentos" con los índices obtenidos, aunque distan mucho de la felicidad absoluta. "No estoy contento porque la Semana Santa no nos resuelve nada. Se suele decir que es un termómetro de lo que va a ocurrir en verano pero yo no lo creo porque, además de la crisis, incide mucho el tiempo", dice el máximo responsable turístico de la CEA. Lamentan que, ante los continuos avisos de lluvia, han sufrido centenares de cancelaciones que las reservas de muy última hora no han podido compensar.