Salieron a la calle. Se vistieron de verde y comenzaron a protestar cuando descubrieron que los recortes se echaban encima del sistema educativo desde todos los flancos. Por primera vez, una huelga aunó desde Infantil hasta la Universidad y participaron alumnos, docentes, padres y personal de administración y servicios. Era la voz de toda una colectividad pidiendo la protección de un pilar básico. Pero al margen de las manifestaciones colectivas, en los centros, a título individual o agrupados en asamblea, se están sentando las bases de una protesta de mayor calado. La mecha ya está prendida.

La Asamblea de Institutos de la Costa Oeste aúna a una treintena de centros de Mijas, Arroyo de la Miel, Benalmádena y otros puntos del litoral. También de la Axarquía, de Cártama, Ronda y Coín. En este foro se están planteando acciones como hacer las actividades extraescolares sólo en horario lectivo, explicar a museos, teatros y parques de ocio la reducción de las visitas, enviar a través de las Ampas circulares a todos los padres, asistir a los actos convocados a favor de la educación pública e intentar mantener los libros de texto todo lo posible en lugar de reciclarlos cada cuatro años.

Miguel es profesor y miembro de esta asamblea. "Me han congelado el sueldo tres veces y me lo han bajado otras dos y hasta ahora no había protestado, yo no peleo por mi salario sino por el futuro de la comunidad educativa", asegura, cansado de ver cómo se infravalora el trabajo, un esfuerzo que parece pasar desapercibido para la administración y para la sociedad.

"No es dar dos horas más de clases, sino que por cada 10 profesores con dos horas más se destruye un puesto de trabajo, con toda la economía indirecta que eso conlleva", afirma Miguel. Esta asamblea está empeñada en hacer ver los efectos negativos de estos recorte y han creado un blog que en tan sólo unos días ha tenido más de 7.000 visitas: educacioneselfuturo.blogspot.com.es

En el IES Universidad Laboral todas las mañanas a las 8:10 se hace una cacerolada y los docentes van vestidos de verde los miércoles. Esta semana realizaron una vigilia y con la pintura de un mural quisieron pedir una escuela pública de calidad y significar que "el trabajo que hacemos es mucho más de lo que se visualiza", considera una interina del centro.

Ya han hecho tres asambleas en las que se han sumado más de la mitad del claustro. En ellas han planteado unas medidas que se consensuarán a principios del próximo curso para intentar llevarlas a la práctica. Negarse a hacer actividades extraescolares, salidas extraordinarias a museos, visitas culturales, viajes, que conllevan una responsabilidad añadida además del trabajo extra que supone es una de las propuestas. "También vamos a mirar con lupa la legislación para ver qué exámenes estamos obligados a hacer por trimestres, y no hacer más y que las tutorías estén ajustadas al horario fijado sin flexibilidad", dice una portavoz de la asamblea de profesores del IES Universidad Laboral.

Un grupo de profesores del IES Camilo José Cela, de Campillos, también está pensando en terminar con viajes, graduaciones y visitas, "todas estas actividades que no son obligatorias, porque no le vamos a regalar a la administración ni un minuto más de los que nos contrata", comenta Jacobo. Pero desde la Asamblea de Institutos de la Costa Oeste aseguran que "no es cuestión de enfadar a nadie, no podemos represaliar a los niños, ni dividirnos, ni enfrentar a padres y profesores, sino aunar esfuerzos para proteger a los alumnos, que es de lo que se trata.

La pérdida de las clases de apoyo, el recorte en las becas y el endurecimiento de las condiciones para acceder a ellas, la subida de tasas universitarias, la desaparición de escuelas deportivas, de programas de inmersión lingüística y de opciones de Bachillerato en los institutos destacan en esta "mala política" que se está haciendo en materia educativa.