La financiación para las obras del Caminito del Rey tendrá que esperar para otro año. Así se dictaminó ayer en el Pleno de la Diputación de Málaga, donde en una comisión informativa la misma mañana se plantearon ocho asuntos de urgencia, foco de las críticas tanto de PSOE como de Izquierda Unida. En apenas tres años, esta zona natural de El Chorro ya se ha cobrado cuatro vidas, siendo su estado impracticable para senderistas y alpinistas.

El pasado 5 de julio, el presidente del ente, Elías Bendodo, compareció ante la prensa para dar conocer una serie de infraestructuras que potenciarían la provincia y entre ellas estaba el Caminito del Rey, que recibiría unos 980.000 euros.

Durante el Pleno, ante las acusaciones del portavoz socialista, Francisco Conejo, de engañar a los malagueños al retirar dicha financiación, el diputado popular Ignacio Mena se amparó en que la Junta no ha destinado a la restauración ni un sólo euro de los cuatro millones que debe aportar y el PP invertirá ese dinero en otras obras que sí puedan hacer.

La vicepresidenta primera de la Diputación, Francisca Caracuel, calificó al Caminito del Rey como un proyecto "emblemático" de la provincia, y por ello quiere firmar lo antes posible un convenio con la Junta que ratifique una nueva financiación y el nuevo plan de ejecución que apruebe el actual equipo de Gobierno.

Caracuel justificó esta retirada con la Ley de Presupuestos, en la que "no se puede dejar dinero en el cajón" y por eso el Plan Provincial de Obras y Servicios se hará de forma plurianual. Para dicho plan se destinarán 12, 5 millones, de los cuales para el año 2012 sólo se garantizarán 2,8. El resto, según la vicepresidenta, está garantizado que su ejecución será en 2013.

Izquierda Unida no compareció en esta discusión ya que al comienzo del debate la portavoz, Toñi Morillas, criticó que el partido que actualmente gobierna la Diputación se esté acostumbrando a utilizar los dictámenes de urgencia como método de rápido debate, sobre todo en "asuntos de gran calado". El PSOE también criticó esta manera de actuar, alegando que sólo tenía constancia de los tres primeros puntos a votación, absteniéndose de votar e intervenir en los cinco restantes.