La carrera urbana, cuya celebración se puso en solfa durante la semana por la ausencia de efectivos policiales que cumplieran horas extraordinarias para velar por la seguridad del evento, se pudo disputar sin mayores contratiempos. Los atletas poblaron las calles de Málaga para cumplir los 10 kilómetros, con fin en el Paseo del Parque. Según el sindicato UPLB, los servicios ordinarios fueron derivados hacia la carrera. El operativo comprende unas 60 personas, que se seleccionaron Grupo de Investigación de Accidentes (GIA), Grupo de Investigación y Protección (GIP), Grupo Operativo de Apoyo (GOA), el de Protección de la Naturaleza (Grupona) y las jefaturas de barrio. Ello implicó, según el citado UPLB, que la Policía Nacional fuera la encargada de atender los servicios correspondientes a los grupos anteriormente nombrados.

Un numeroso núcleo de más de un centenar de policías y bomberos participó en la carrera con objetivo reivindicativo. Los sindicatos SIP-AN y UPLB demandan que se les presente el plan de ajuste íntegro del Ayuntamiento a fin de proponerle otros recortes que no recaigan sobre los trabajadores, como se ha deslizado. El momento más tenso llegó al final de la prueba. Los protestantes, ataviados con camisetas negras en las que se podía leer "Ciudadanos y empleados públicos no somos los responsables del despilfarro", llegaron a la entrega de premios y mezclaron los aplausos a los atletas ganadores de la prueba con la bronca al alcalde Francisco de la Torre y al concejal Damián Caneda, que repartieron varios de los premios. "Menos asesores y más trabajadores", "tú sí que cobras", "alcalde dimisión", "privilegios son los tuyos" fueron algunas de las consignas coreadas por el grupo.

La tensión se multiplicó cuando en el ínterin entre la premiación a las mujeres y la de los hombres el alcalde bajó del podio para dialogar con algunos de los trabajadores. Visiblemente tenso aunque sin perder la sonrisa, De la Torre cogió por el hombro a uno de ellos y le dijo "¿De qué os quejáis? Vivís muy bien", en presencia de este redactor. Los gritos y el ruido de los silbatos subieron de intensidad y De la Torre acabó volviendo al podio.

No terminó ahí la protesta, la comitiva acompañó al alcalde durante unos 500 metros, hasta su coche, que estaba aparcado en la Plaza de la Marina. Siguieron las consignas. El alcalde iba escoltado por varios policías locales, compañeros de los manifestantes, que al finalizar recibieron sus aplausos. Una vez allí ya se disolvió la protesta.

Esta frase del alcalde entronca con un aviso que ya soltó el pasado jueves en un encuentro con la Asociación de Mayores de Pedregalejo. A una pregunta sobre los recortes y subidas de impuestos espetó lo siguiente: "Cuando los impuestos se revisan con una subida inferior al IPC es por debajo. El cero es bajar. Tratamos de administrar lo poco que hay para que funcione la ciudad. Si no se suben los impuestos, habrá que bajar salarios. Los ciudadanos tendrían que saber lo que ganan todos los funcionarios, no solo los politicos. Puedo garantizar que el personal del Ayuntamiento tiene un salario superior al promedio de los malagueños".