"No quería acomodarme y estar dos años cobrando el paro, por lo que pedí el pago único de la prestación y en cuestión de meses lo tenía todo listo para abrir mi propio negocio". Arni Enrique González Bravo lleva poco más de un año al frente de un establecimiento de venta de señalización y placas de matrícula en la que está siendo, a sus 25 años, su primera incursión en el mundo empresarial, de la que se siente, además, especialmente orgulloso. Desde los 18 años su experiencia laboral había estado relacionada con el mantenimiento de carreteras, hasta que la empresa para la que trabajaba no renovó la concesión que le permitía mantener una plantilla de al menos una decena de trabajadores y todos fueron a la calle. Era el mes de septiembre de 2011 y en diciembre de ese mismo año abría las puertas de su comercio, Señalinfo, en la calle  Robinson Crusoe, junto a la sede de Tráfico. Y lo hacía gracias al pago único del desempleo, que dada "su rápida resolución", invirtió de forma íntegra en el proyecto. Aunque siempre había tenido en mente que algún día sería su propio jefe, nunca se había planteado que su experiencia laboral anterior sería la que llegaría a determinar el tipo de producto que vendería. Así, "señales, placas de matrículas, equipos de protección individual y vestuario laboral", como resume González, son los productos de los que dispone en su establecimiento. Como secreto para no fracasar en el intento, reconoce que hay que buscar lo novedoso y exclusivo: "Este es un negocio raro, con poca competencia, aparte de ser lo que mejor conozco, porque el estar al día de toda la normativa me permite asesorar a los clientes", explica. Sus compradores potenciales son las empresas de señalización, de las que en Málaga ya suministra a casi todas las existentes, y las comunidades de vecinos. Su producto estrella es una placa de matriculación acrílica, de la que Señalinfo es la única distribuidora oficial en Málaga y con unas especificaciones técnicas entre las que se cuentan su composición de policarbonato, lo que la hace irrompible, su producción ecológica y la impresión en ella del número de bastidor del vehículo -algunos de los autobuses de la EMT ya las incluyen-. Lo que no le ha resultado tan fácil a este malagueño ha sido controlar todo el papeleo que conlleva tener un negocio, algo a lo que a poco a poco se va acostumbrando.

En el desempleo está también la oportunidad y al igual que Arni Enrique Bravo son muchos los parados que no hacen gala de esta palabra y se lanzan a la aventura empresarial de montar su propio comercio, con ilusión pero conscientes de que la crisis no arroja en estos momentos los mejores datos en cuanto a consumo se refiere. Eva Arrojo ni siquiera se planteó abrir una tienda, sólo barajaba la idea de crear una plataforma por internet para vender camisetas de series de televisión. "Siempre había tenido ganas de tener mi propio negocio, además de que me apasionan las manualidades y manejo bastante el mundo de internet, por lo que lo fusioné todo para crear Karmaleon Camisetas". De este modo, Eva Arrojo explica cómo empezó a montar lo que hoy es una tienda por internet, pero que también tiene su ubicación física en la Plaza de la Luz de la capital, en la que además de vender camisetas y sudaderas con más de 400 diseños diferentes de series, películas y videojuegos, ha ido incorporando tazas personalizadas. La oportunidad o más bien la obligación de buscar una fuente de ingresos para el futuro, le vino al no tener ella empleo y quedarse, además, su marido también en paro. "Con su indemnización, unos ahorros y realizando una inversión mínima, porque no sabíamos cómo iba a funcionar la idea, nos pusimos en marcha", recuerda a unos meses celebrar un año desde su apertura. Juntos empezaron a buscar un local en el que ubicar la oficina para operar por internet, pero al encontrar uno que reunía las características para poder ser convertido fácilmente en tienda, se decantaron por él y ahora con el tiempo, lo consideran todo un acierto, "porque nos ayudó a darnos a conocer como tienda".

Hace dos años Lorenzo Fernández trabajaba como comercial y había pasado por varias empresas cuando se quedó en paro. Con el dinero ahorrado cogió una franquicia de organización de despedidas de solteros y compró una limusina con la que se embarcaba en su segunda experiencia empresarial. Ahora que ya se ha desvinculado de ella, mantiene su propia página web para la organización de este tipo de eventos y además ha abierto en Teatinos hace poco más de un mes El castillo de las chuches (calle Andrómeda). Con un local en el que poder montar una tienda de chucherías que al lado incluía otro para poder ser utilizado como parque infantil, Fernández vio la oportunidad de expandir su negocio de eventos para lo que no dudó en solicitar un crédito. Así que lo ha acondicionado todo y ha montado un establecimiento en el que se encuentran "chucherías, decoración con globos para eventos, merchandising...", comenta este emprendedor sin límites, mientras explica que "tal y como está la cosa, el autoempleo es lo único que sí está funcionando".

A por la celebración de su segundo aniversario, que se cumplirá en abril, va encaminado Francisco Javier Hijano con El rincón del queso que regenta frente al mercado de Atarazanas. Cuando dejó de trabajar como repartidor de una empresa alimentaria empezó junto a su pareja, María Ángeles Paquiño, a "pensar en la idea de crear una tienda de quesos, un mundo que me gusta y que además conocía bien", asegura Hijano. En cuatro meses lo tenía todo prácticamente preparado, había buscado el local y empezó a comprar mercancía. Gracias a que su pareja sí que trabajaba, les concedieron un préstamo personal y con eso se lanzaron al proyecto, "con un poco de miedo", reconoce. "Mis amigos me decían que estaba loco por abrir un negocio en plena crisis, pero la familia nos apoyó y en cuanto vi el local, parecía que estaba ahí para mí", apunta Hijano, que desde la apertura de la tienda ha ido incorporando nuevos productos, llegando también a especializarse en ibéricos.