Muchas fichas en el tablero popular

La decisión del PSOE de nombrar candidata a la Junta obligará a reaccionar al PP Juanma Moreno, pros y contras de un dirigente malagueño que hasta ahora se resiste a dar el paso.

Moreno Bonilla, el alcalde de Málaga y Bendodo en un acto del partido.
Moreno Bonilla, el alcalde de Málaga y Bendodo en un acto del partido.

SIEMPRE ha estado a disposición del partido pero se tendrían que dar unas circunstancias que lo permitieran y ahora no las ve". La respuesta la facilitaba a este periódico el pasado 11 de junio una persona muy cercana a Juan Manuel Moreno Bonilla, actual secretario de Estado de Igualdad y Bienestar Social. En esas semanas y en círculos próximos al presidente provincial del PP de Málaga, Elías Bendodo, se daba por seguro que habían logrado convencerlo para que aceptara el reto de encabezar la candidatura a la presidencia de la Junta de Andalucía.

Moreno reúne el perfil. Joven, con 42 años, tiene talante y discurso político, imagen moderada, lejos de algunos estigmas de los que no se ha podido desprender el partido en Andalucía, amplia experiencia orgánica y ahora de gestión, como número 2 del Ministerio de Sanidad. Y sus adversarios internos le respetan. Incluso algunos asumen que disfruta de un carisma que a ellos les falta. Pero en su contra juega que sería el candidato de Arenas y en el PP andaluz manda ahora el núcleo afín a su máxima enemiga, María Dolores de Cospedal. Así que será difícil que los Juan Ignacio Zoido, José Luis Sanz, Carlos Rojas o José Antonio Nieto acepten sin más esa opción si no viene impuesta por el mismísimo Rajoy. A favor, Moreno Bonilla cuenta con la falta de unidad de ese círculo de poder. A la espera de la decisión que tome Zoido, "en diciembre o la próxima primavera", decía hace unos días uno de los citados, el resto se ve con posibilidades de encabezar la candidatura si el regidor de Sevilla, como prevén, da el paso atrás.

El problema es que la jugada del PSOE de Griñán, al apostar por Susana Díaz como sucesora en un proceso que estará concluido el próximo mes, e insinuar que tampoco descartan un adelanto de las elecciones, obliga a los populares a revisar el calendario y disipar dudas por si se anticipa la carrera.

Y luego está si el personaje ofrece flancos débiles al PSOE. Moreno ha evitado hasta hace poco exponerse demasiado públicamente. Es el número 2 de un ministerio con Ana Mato al frente, constantemente señalada por los regalos que recibió su ex marido, Jesús Sepúlveda, de las empresas de Francisco Correa, el supuesto cabecilla de la trama Gürtel. Y Moreno tiene también difícil negar su cercanía a Correa. Él perteneció al llamado clan de Becerril. Las jóvenes promesas populares muy próximas a José María Aznar y en la que figuraba como líder Alejandro Agaj, que luego sería yerno del ex presidente. Allí estuvo también Correa. Algún viaje aéreo juntos de vuelta de Madrid a Málaga o incluso cenas comunes en un muy conocido restaurante marbellí, con Ricardo Galeote como testigo, dan fe de aquella etapa. Moreno también durante años ocupó puestos muy relevantes como secretario ejecutivo del PP nacional. Así que los socialistas, si llegara el caso, seguro que preguntarían por sobresueldos y otras minucias similares.

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