La solución privada a los Baños del Carmen sigue sin respuesta de Costas

Casi ocho meses después de que todos los actores vinculados a la regeneración de los Baños del Carmen (Ayuntamiento, Costas y concesionaria privada) se sentasen a la misma mesa, en Madrid, para definir cómo actuar en este enclave ante la nula capacidad económica del Ministerio de Medio Ambiente, el proyecto sigue bloqueado. A la espera de un nuevo encuentro, tras la suspensión del previsto el pasado 4 de junio, son evidentes las divergencias sobre quién debe costear las necesarias infraestructuras marinas en este espacio, valoradas en seis millones de euros, y que supone un tapón en el avance en la iniciativa.

Las posiciones iniciales confirman estas discrepancias. Mientras la Dirección General de Costas parece ver con buenos ojos la propuesta de los privados (una unión de empresas formada por Vera y Acha) de actuar sobre el parque y el balneario, estima indispensable que sean ellos mismos los que asuman, si no totalmente sí en buena parte, el coste de construcción de los espigones proyectados, al objeto de garantizar la playa.

Según pudo saber este periódico, el organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente pretende, antes de comenzar a negociar y pronunciarse definitivamente sobre la viabilidad del proyecto privado, conocer hasta dónde y a cambio de qué estarían dispuestos los concesionarios a financiar la obra pública prevista en el plan especial que este departamento, entonces dirigido por la socialista Elena Espinosa, y el Ayuntamiento de Málaga acordaron en 2010 tras varios años de negociación.

Las actuaciones que debía llevar a cabo la Dirección General de Costas en los Baños del Carmen, según ese documento, consistían en construir dos espigones transversales que protegieran la playa de los temporales y su regeneración y recrecimiento con la aportación de más de 90.000 metros cúbicos de arena, similar a la que se llevó a cabo en La Caleta.

La fórmula prevista por el Ministerio para que los concesionarios accedan a financiar la obra pública sería una rebaja del canon de explotación de los usos previstos en el dominio público. Aunque de momento el único posicionamiento oficial que hasta la fecha ha hecho la Dirección General de Costas al respecto del proyecto presentado por los privados fue de la mano del Secretario de Estado de medio Ambiente, Federico Ramos, en su última visita a Málaga hace justo un mes. Entonces, aseguró que a priori estaba abierto a estudiar esta alternativa y que se estaba estudiando "con interés" dado la falta de presupuesto para acometer a medio plazo el plan que se acordó con el Consistorio hace tres años, pero sin mencionar abiertamente las contraprestaciones que ahora parece que exigen a los privados.

Frente al discurso del organismo estatal, en la concesionaria se señala de forma clara que en las estimaciones económicas realizadas como parte del proyecto de intervención sobre los Baños del Carmen, asumiendo el papel al que estaba comprometido el Gobierno central, no incluyen los mencionados seis millones de infraestructuras marinas. A pesar de ello, no se cerraron en banda a participar en su financiación siempre que se den las condiciones adecuadas.

¿Cuáles? "Nosotros hemos hecho nuestra propuesta y alguien nos tendrá que decir si está bien o está mal; si nadie nos dice nada, no vamos a ofrecer más y más", expusieron fuentes próximas a las empresas, que abundaron en la necesidad de adoptar una decisión una vez conocido el periodo de concesión previsto por Costas, así como canon de la misma.

El proyecto del arquitecto Salvador Moreno Peralta puesto sobre la mesa por los explotadores, a los que restan apenas cinco años de concesión, pasa por asumir de forma directa la regeneración del enclave, con una inversión de 14 millones de euros a cambio de que se le posibilite construir un hotel de 120 habitaciones (cinco plantas) y cuatro estrellas, en una parcela contigua al balneario (donde ahora hay un lavacoches), y un aparcamiento para 150 plazas.

La iniciativa privada incluye la rehabilitación integral del balneario, que mantendría su uso como restaurante. En este ámbito se quiere rescatar el andén-embarcadero de madera que existía en el balneario original. Y vinculado a la explotación del restaurante se plantea un chiringuito de 250 metros cuadrados en la llamada plataforma del tranvía, con dos plantas de altura. En cuanto a las zonas verdes, que serían cruzadas por senderos peatonales que garantizan la conexión de los paseos marítimos Picasso y de Pedregalejo, se reservan más de 19.000 metros cuadrados de suelo con tres escenarios: uno de ellos, donde actualmente se ubican los eucaliptos, pensado como juegos infantiles, con "puentes, tirolinas y similares instalaciones lúdicas"; otro, un parque urbano, con algunos kioscos desmontables, y un tercer uso como paseo pedregal. La intervención plantea, además, ampliar en quince metros la anchura de la acera de la calle Bolivia, en dirección al interior del parque, superficie debajo de la cual se habilitaría el aparcamiento en rotación.