Málaga

Nueve detenidos por el tiroteo de Sevilla en el que murió una niña

  • Los miembros del clan de la Perla fueron localizados en Mijas y uno más en Huelva En el apartamento se intervinieron ocho kilos de oro en joyas y unos 300.000 euros en metálico

Los presuntos asesinos de la pequeña Encarnación S. S., la niña de siete años tiroteada la noche del martes en su casa de las Tres Mil Viviendas (Sevilla), tenían en su poder, en el momento de su detención, dos pistolas, dos escopetas, unos ocho kilos de oro en joyas y entre 200.000 y 300.000 euros en metálico. La Policía Nacional los detuvo pasadas las 23:00 del jueves en un apartamento de Riviera del Sol, en el término municipal de Mijas. En un primer momento el número de arrestados fue de ocho, pero en las horas siguientes la cifra se elevó a diez. Nueve de ellos fueron detenidos en Calahonda y uno más en un chalé del municipio onubense de Hinojos.

Los arrestados son nueve hombres y una mujer. Todos pertenecen al clan conocido como de la Perla, llamado así por el apodo de su matriarca, que podría ser la única mujer que figura entre los detenidos. El resto de arrestados serían su marido, apodado el Coleta, un hijo del matrimonio, y varios familiares más, en concreto, cinco hermanos de la Perla, un yerno del matrimonio y un hermanastro del Coleta. A los diez se les acusa en principio de dos delitos: homicidio y tenencia ilícita de armas.

La Policía investiga ahora si las cuatro armas de fuego encontradas ayer en la vivienda de Riviera del Sol tienen relación con el tiroteo. Las pistolas y las escopetas serán examinadas por la Policía Científica para determinar si fueron las empleadas para disparar contra el 328 del conjunto 2 de la calle Orfebre Cayetano González. En la entrada del bloque, situado en una zona del Polígono Sur conocida como los Amarillos por el color de las fachadas, los investigadores hallaron más de veinte casquillos y cartuchos de escopeta. Los pistoleros podrían haber utilizado armas cortas del calibre 38 y del 9 milímetros parabellum y escopetas de caza.

Los agresores buscaban a un delincuente, Rafael G. G., apodado Faíto, que podría estar implicado en el secuestro de uno de los hijos de los cabecillas del clan de la Perla, a quien robaron y apalearon el pasado mes de mayo en un descampado del Aljarafe. El presunto secuestrador fue detenido por la Guardia Civil y el juez lo puso luego en libertad con cargos hasta el juicio, lo que habría motivado que el clan de la Perla tratara de tomarse la justicia por su mano. El hijo víctima del secuestro también podría estar entre los detenidos en la Costa del Sol. La Policía no ha descartado tampoco la posibilidad de que el tiroteo estuviera relacionado con el tráfico de drogas y de que los agresores quisieran cobrarse una deuda pendiente.

El martes recibieron el aviso de que Faíto estaba en las Tres Mil Viviendas en casa de un familiar y fueron a buscarlo. Sin mediar palabra, dispararon contra la casa de la planta baja del bloque en la que supuestamente estaba este delincuente, pero también abrieron fuego contra el piso de al lado, cuya familia no tenía relación alguna con los hechos. Los disparos entraron por la puerta y la ventana de esta vivienda y alcanzaron por la espalda a la pequeña Encarnación S. S., de 7 años, que se hallaba cenando en compañía de sus padres y otros dos hermanos. La bala perforó un pulmón y una arteria próxima al corazón de la niña y resultó mortal de necesidad pese a que tenía orificio de salida. Unos familiares la trasladaron al Hospital Virgen del Rocío en coche sin esperar siquiera a la ambulancia. La menor ingresó aún con vida pero falleció en el quirófano mientras era operada de urgencia.

Los padres de la menor también resultaron heridos en los brazos, aunque sus lesiones fueron de carácter leve. Los dos fueron dados de alta la madrugada del jueves para poder despedir a su hija, que fue enterrada a las 9:30 de la mañana de ese día en el cementerio de San Fernando. Los otros dos hermanos, de 9 y 2 años, resultaron ilesos.

Tras el tiroteo, ocurrido sobre las 23:30 del martes, los agresores se dieron a la fuga en tres vehículos de alta gama. Todos los miembros del clan y sus familiares huyeron del Polígono Sur, donde se han vivido dos días muy tensos, con el miedo a una posible venganza presente en todo momento y con una oleada de saqueos en los pisos vacíos de los miembros del clan de la Perla.

El Grupo de Homicidios de Sevilla tenía identificados casi desde el primer momento a los participantes en el tiroteo y, en una intensa investigación que ha dado resultados positivos en apenas 48 horas, ha logrado detener a los presuntos autores de los disparos. Durante la jornada del jueves, los investigadores tenían ya localizado el piso de Riviera del Sol donde se ocultaban los miembros del clan de la Perla. La entrada en el domicilio se produjo pasadas las 23:00 de ese día. Según fuentes del caso, en la casa podría haber varios niños, de los que se habrían hecho cargo otros familiares. En esta operación colaboraron agentes de la comisaría provincial de Málaga.

Los nueve detenidos en Calahonda fueron trasladados ayer a la Jefatura Superior de Policía, en cuyos calabozos permanecen a la hora de cierre de esta edición. El décimo arrestado se encontraba en Hinojos, donde el clan también tiene propiedades. El Grupo de Homicidios tiene previsto tomarles declaración a todos ellos a lo largo de la jornada de hoy y probablemente no sea hasta mañana cuando sean puestos a disposición del juez. El juzgado de Instrucción número 20 de Sevilla ha decretado el secreto de sumario sobre el caso, por lo que apenas han trascendido detalles sobre la investigación. La detención de los presuntos asesinos de la niña ha rebajado los ánimos en el Polígono Sur, si bien la presencia policial sigue siendo notable en la zona. La Policía teme unas posibles represalias contra los miembros del clan que se encuentren en libertad, que principalmente son mujeres y niños, cuando éstos vuelvan al barrio. Al parecer, los familiares que acompañaban a los detenidos en el piso de Calahonda han huido también de la Costa del Sol por temor a venganzas. Agentes uniformados y fuertemente armados identifican desde el miércoles a los viandantes que resultan sospechosos e inspeccionan vehículos en las entradas y salidas del Polígono Sur y en otros puntos estratégicos del barrio para controlar también los casos de pillaje.

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