Y Hernández Pezzi perdió su estrella

Después de un año de vacío, el que fuera presidente de los arquitectos españoles se va del PSOE pero se queda en el Ayuntamiento de Málaga

El nuevo concejal del grupo mixto en su estudio de arquitectura en 2011.
El nuevo concejal del grupo mixto en su estudio de arquitectura en 2011.

NADA puede sorprender la decisión tomada por el concejal y arquitecto Carlos Hernández Pezzi, candidato estrella de María Gámez con la que muy pronto se estrelló. Su abandono del grupo municipal socialista y del propio PSOE, pero conservando su acta de edil, constituye el segundo fracaso de la estrategia que siguió la dirección del PSOE. El primero fue intentar sorprenderle hace un año, con motivo de su renuncia a la dedicación exclusiva, para reclamarle el acta.

Otras concejalas menos curtidas en estas lides atendieron no sin gran enfado a tal pretensión, casos de las independientes, también fichadas personalmente por María Gámez, la profesora de Derecho Penal Anabel Cerezo y la experta en observatorios turísticos Cristina Fernández. No fue el caso de Pezzi, convencido que se debe a los electores que le han votado y que le aportó un plus electoral a la candidatura socialista.

La operación ideada por Francisco Conejo, secretario regional de Política Municipal, era de interés para el aparato del partido del partido: sustituía a estos ediles sospechosos de librepensadores por los siguientes de la lista, militantes en toda regla y que actuarían con disciplina.

Ha tardado un año Pezzi en darse cuenta de ese culebrón donde andaba metido. Él mismo le llamaba su condena al limbo político. Los socialistas midieron mal. Calcularon que con su aislamiento pensaron que acabaría aburrido, renunciaría al acta y se marcharía a su casa. Por el contrario, ha conseguido resucitar a un Pezzi, que ahora se ofrece, libre de cargas y ataduras y que puede suponer una incómoda presencia en los plenos para el grupo del PSOE.

No ha querido esperar ni tan siquiera Hernández Pezzi a que se celebre la Conferencia Nacional del PSOE, prometida por Rubalcaba, para ver si se visualizaban algunos cambios. Le ha bastado contemplar estupefacto esas aceleradas primarias andaluzas sin urnas y el atado y bien atado que recuerda otros tiempos para proceder a la sucesión de Griñán. También sale desanimado el que fuera 13 años militante del PSOE tras desembarcar de Nueva Izquierda por la nula energía interna que encuentra y el escaso crítico en el interior de la organización socialista malacitana, dispuesta a cambiar el rumbo de la deriva y apoyar a todo aquel que se le señale desde la jefatura.

El caso es que Hernández Pezzi ha formado cola de un grupo de militantes que silenciosamente antes, desde primero de julio hasta la actualidad, han venido abandonando las filas de este barco político ante la frustración que le ha producido esas primarias sin votación y esas trampas de Griñán para su sucesión.

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