Los cuerpos de Estefanía y su hijo Aarón, que fueron encontrados el pasado lunes sin vida en el interior de su vivienda en la barriada de La Luz, presentan "signos evidentes de asfixia" en la autopsia que ayer se les realizó en el Instituto de Medicina Legal de Málaga, según apuntaron fuentes próximas a la investigación. No obstante, eso no quiere decir que fallecieran por esa causa y se están realizando más pruebas, principalmente, toxicológicas. La Policía Nacional comunicó además el lunes por la noche que la mujer, de 26 años, tenía una fuerte herida por arma blanca en la parte posterior de la cabeza.

Mientras los expertos hacían la autopsia a los cadáveres, el detenido y principal sospechoso de la muerte de estas dos personas, Miguel Ángel G.G, pareja y padre de los fallecidos, continuaba en el calabozo de la comisaría. Fuentes policiales señalaron que probablemente pasará a disposición judicial a lo largo del día de hoy. Por otra parte, los vecinos de las barriadas de Barceló y La Luz, donde vivían las víctimas, estaban ayer aún consternados por la tragedia y varios centenares de personas se concentraron en la puerta del bloque en el que habitaban Estefanía y el pequeño Aarón, donde presuntamente se produjo el doble crimen, para homenajearles.

Convocaron un encuentro a las 12:00 pero desde una hora antes ya había decenas de personas tanto en el portal como en las zonas aledañas, así como numerosos medios de comunicación. Nadie se explicaba cómo había podido ocurrir semejante barbarie, mientras que los que tenían un mayor trato con Estefanía no podían parar de llorar y se consolaban unos a otros. Un grupo de amigos, de hecho, prefirió abandonar el lugar ante la masificación que se estaba empezando a producir y el acoso de las cámaras. De forma espontánea se empezaron a colocar velas y algún que otro peluche en la entrada del inmueble número 3 de la avenida Isaac Peral.

A las 12:00 en punto, una señora gritó que había que guardar un minuto de silencio que fue respetuosamente guardado por todos los presentes. Tras los aplausos, los vecinos empezaron a insultar al presunto homicida al grito de "asesino, asesino". Como era de esperar dada la tensión existente, se pidió la pena de muerte y se vertieron amenazas de todo tipo. .

Al acto acudieron varios concejales del PP y PSOE, entre los que se encontraba el responsable de la Policía Local, Julio Andrade. El edil destacó el "comportamiento ejemplar" de los agentes en la detención del individuo, que huyó del lugar de los hechos tras ser descubierto junto a los cadáveres por su suegro, y fue capturado "en apenas 40 minutos" y recordó que el Consistorio había facilitado asistencia psicológica a los familiares de las víctimas. La Policía Nacional aseguró el lunes que Estefanía no había puesto ninguna denuncia por malos tratos contra Miguel Ángel y la Junta de Andalucía lo confirmó ayer.

A lo largo de la jornada hubo diversas concentraciones de repulsa y se vertieron todo tipo de comentarios. A las 19:30, en la Plaza de la Constitución, más de un centenar de personas asistieron a la convocatoria de la Plataforma Violencia Cero y se leyó un manifiesto en contra de la violencia machista. En Madrid, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, hizo un llamamiento a las mujeres "para que no soporten ni un solo síntoma de maltrato de sus parejas o exparejas y para que, en consecuencia, llamen al 016 o vayan a instancias policiales a denunciar". En España han muerto en lo que va de año 35 mujeres a manos de sus parejas y solo seis habían realizado denuncias por malos tratos.