Alguna de las construcciones brasileñas que alberguen la Copa del Mundo de próximo año y los Juegos Olímpicos de 2016 estarán construidas con cemento malagueño embarcado en el puerto. En lo que llevamos de año, consignados y operados por la agencia Servimad Málaga, dos buques diferentes, en tres ocasiones, han salido de los muelles malacitanos cargados de cemento a granel con destino a Manaos, un importante puerto brasileño situado en el corazón del río Amazonas.

Unas 50.000 toneladas de este material cargado en los cement carriers (cementeros) Glory Tellus y Glory Ocean, ambos buques adscritos a la multinacional del transporte marítimo de origen noruego Kristian Gerhard Jebsen Skipsrederi AS, han sido transportados a tierras brasileñas en unos largos viajes de 17 días de duración. Unas jornadas que han llevado a estos dos barcos a tener que navegar algo menos de una semana por el Amazonas.

Esta importante operativa que se viene repitiendo desde hace varios años sólo significa un 30% del total del cemento que sale desde el puerto de Málaga. El resto del pastel en lo que a la exportación de esta mercancía se refiere, se lo reparten el Congo, Nigeria y Gambia en un 20% y Argelia con el 70%.

Frente a estas importantes cifras, que sitúan el movimiento de cemento y clinker a la cabeza de lo que se ha venido en llamar carga sucia, las líneas de exportación de esta mercancía, ya sea a granel o ensacada, constituyen el principal referente de operativas de carga no transportada en contenedores que el puerto malagueño posee en la actualidad. Ante esta realidad, la empresa Servimad, una de las dos consignatarias malagueñas que más graneles sólidos gestiona en los muelles, lleva solicitando desde hace unos meses a la Autoridad Portuaria los permisos pertinentes para la construcción de una nave de 2.500 metros cuadrados destinada al depósito de mercancías. Este edificio de no demasiada altura que tendría su techo retráctil y que ya está proyectado pendiente de aprobación, estaría situado en el muelle número siete y facilitaría en gran medida el almacenaje de una serie de graneles, entre ellos el cemento, que merman en calidad y prestaciones si se apilan en grandes cantidades a cielo abierto.