La parroquia de San Isidro de Benadalid estrenó ayer el altar realizado por el escultor malagueño, Pedro Hernández, un enamorado de este municipio de la Serranía de Ronda y con el que tiene una importante vinculación. Así son tres los espacios públicos del pueblo que tienen a Hernández como protagonista. La escultura del búho, a pocos metros de la parroquia, la exposición permanente de piel y ahora el altar de la iglesia.

La curiosa historia de amor de este malagueño con Benadalid, surgida hace unos diez años, también tiene un apartado especial para la creación del altar, y es que, acompañado por una vecina, tuvo la oportunidad de conocer el interior del templo. A pesar de su belleza, en aquella composición había algo que no le gustaba y no dudó en decírselo a su acompañante. "Hay una cosa que no me gusta", le indicó. "El altar es un horror".

Ana, que así se llama la vecina, comenzó a pensar cada vez que acudía a misa en las palabras que le había dicho Pedro y en la razón que llevaba y de ahí surgió la idea de crear un nuevo diseño, que ha tardado más de un año en convertirse en una realidad.

"Está hecho con la paciencia de un artesano, pero va mucho más allá", decía Manuel, amigo personal del autor, y que ejerció de maestro de ceremonias. Además, resalta el trabajo realizado en este tiempo, ya que, a diferencia de la mayoría de los altares nuevos, en Benadalid podrán decir que tiene un altar hecho totalmente a mano.

Mientras tanto, el gran protagonista de la historia, Pedro Hernández, se mostraba visiblemente emocionado mientras explicaba que había utilizado estaño repujado para darle forma y que han sido las pequeñas rifas las que han hecho posible su proyecto. Por eso, lo primero que quiso es agradecer su apoyo a José Sánchez (Pepe el sacristán), Rosa Sánchez, Ana Bernal y Ana Benítez, ya que "sin la confianza de ellos no hubiese salido adelante.

Hernández, se mostró satisfecho con el resultado y agradeció el apoyo de una iglesia abarrotada. El nuevo altar viene a completar el conjunto interior de la parroquia, que ahora pasará a tener una atractivo mayor también para los muchos turistas que llegan a este pequeño municipio, que tiene en su castillo reconvertido en cementerio otra de sus peculiaridades. De hecho, los más entendidos aseguran que el nuevo altar tiene aspecto catedralicio, lo que viene a dar una muestra de su belleza.