Fue un reportaje sobre la escasez de alimentos en el comedor social de Lagunillas lo que agitó su conciencia. "¿Y si pudiera conseguir al menos 100 kilos?", se formuló a sí mismo Vicente Arroyo, un coleccionista malagueño, mientras limpiaba una de sus cámaras. No tardó en encontrar la respuesta. Casi sin pensarlo, decidió sacar a la luz unos 200 de los más de 600 aparatos fotográficos que atesora desde hace 30 años. "El más antiguo data de 1845 y otros llegan hasta nuestros días. Intentaré ofrecer la máxima variedad", explicó el propietario de la muestra, que incluso cuenta con daguerrotipos. Para ello, ha logrado que le cedan de forma gratuita un local en el edificio Galaxia, situado en la calle Compositor Lehmberg Ruiz.

Allí, desde hoy y hasta el próximo día 5 de enero, podrá visitarse su exposición, cuya entrada no tiene ningún coste. Vicente sólo pide a cambio un kilo de alimentos no perecederos, que irán destinados a los Ángeles Malagueños de la Noche.

Durante la inauguración, que tendrá lugar a las 12:30, el coleccionista también ofrecerá a los visitantes la posibilidad de participar en un sorteo de cámaras antiguas.

Confía en la solidaridad de los malagueños para contribuir en la labor de Antonio Meléndez, presidente de la ONG beneficiaria, que mostró su satisfacción al conocer la propuesta. "Me dijo que tenía que dar de comer a 1.400 personas. Le respondí que tantos kilos de comida no podríamos conseguir", expresó con tono jocoso el responsable de la muestra.

Su afición por la fotografía nació en los años 50 con una cámara Kodak de cajón de su padre, a quien empezó a ayudar en el laboratorio Cien Foto Blanco, ubicado en calle Nueva, cuando tenía 12 años. Con el tiempo observó "el valor tan sublime que se le daba a la fotografía y el poco aprecio a la cámara". Tanto fue así que su devoción comenzó entonces a girar hacia el coleccionismo de este tipo de artilugios. Y hasta hoy.