Caco, de Los Asperones al Bachillerato

Francisco Campos Rodríguez es Caco en Los Asperones, barriada en la que nació, en la que sigue viviendo y de la que le daría cierta pena salir por no dejar atrás a sus familiares y amigos. En un entorno en el que los jóvenes no continúan sus estudios más allá de los 16 años, este chico de 18 fue el primer varón en sacarse el graduado en ESO y ahora ha logrado todo un éxito, llegar a Bachillerato. Junto con otro alumno que cursa segundo en un instituto público, Caco realiza primero de esta enseñanza postobligatoria en una modalidad a distancia que le facilita el convenio suscrito entre Cáritas y Radio ECCA. Este primer trimestre lo ha acabado con grandes notas.

"No he repetido un curso en mi vida, hasta ahora me ha ido bien", dice este chico que desprende bondad e inteligencia en cada palabra. "Todos decían que lo iban a dejar cuando tuvieran 16 años, que para qué seguir estudiando, pero como a mí no me costaba, pues he seguido", explica Caco, que lleva más de un 8 en Matemáticas, un 7 en Economía y un sobresaliente en Filosofía. "Inglés me cuesta un poco más", confiesa, aunque se esperaba mayor dificultad en el resto de asignaturas.

Pero no se hace el cuento de la lechera y para él lo importante es ir paso a paso. Su futuro es el próximo examen, el siguiente partido que jugará con el 26 de Febrero, la siguiente cita que tendrá con los más pequeños del barrio como monitor. "Aún estoy planteándome lo que voy a hacer después", comenta aunque su sueño sería "ser futbolista". Sin embargo, Caco tiene bien puestos los pies en el suelo y sabe que, aunque es bueno con el balón, los estudios son necesarios sea lo que sea en los próximos años. Hacer una oposición a un cuerpo de seguridad también le motiva. La universidad, sin embargo, la ve un poco más lejos. En los casi 25 años que tiene el asentamiento temporal de Los Asperones, en el que casi la totalidad de vecinos viven en exclusión, nadie ha llegado a los estudios superiores. Caco podría ser el primero.

Francisco Campos siempre ha contado con el apoyo de sus padres. "Mi padre siempre me decía que no me desmadrara, que estudiara", recuerda Caco. Son tres hermanos y una hermana. Ninguno ha terminado la ESO, por lo que él es el único que ha seguido las recomendaciones de sus padres, que tampoco tienen estudios. "Mi madre está haciendo ahora un cursillo del Ayuntamiento de tres meses para la limpieza urbana", comenta. "Mi madre me pidió que estudiara hasta ESO y está contentísima de que haya seguido", agrega.

Caco estudió Primaria en el CEIP María de la O y en Tierno Galván y ESO en el colegio concertado Ciudad de los Niños. Luego empezó un Grado Medio de Instalaciones Frigoríficas en el SAFA-ICET de El Palo pero algunas circunstancias personales y la lejanía con su vivienda le hicieron dejarlo. Este curso ha comenzado estudiando el Bachillerato en las instalaciones que le cede la Parroquia de San Fernando, en El Cónsul. De lunes a jueves invierte unas cuatro horas diarias para ver el temario virtual y resolver dudas con tres profesores del equipo de educadores de Cáritas. También asiste al programa de apoyo escolar que ofrece el CEIP María de la O y tras su entrenamiento vuelve a coger los libros para estudiar un poco más. "Si hay exámenes me quedo hasta las dos o las tres de la mañana estudiando", asegura.

Gracias a una beca tiene la matrícula gratuita. También se sacó el carné de conducir, algo que envidian muchos de sus amigos. Los mismos que se reían de él cuando iba a estudiar. "Me decían, míralo que se cree que va a ser abogado", dice sin maldad. "Algo haré, aún no lo sé, pero creo que el estudio te abre puertas", asegura. Y por el momento le está echando tiempo y ganas a esa tarea.