Desde ayer y previsiblemente durante toda la semana, las compuertas de la presa del pantano del Guadalhorce estarán abiertas para aliviar el agua salobre que se acumulaba y que amenazaba con contaminar al embalse Guadalteba.

El desembalse previsto será de unos siete metros cúbicos por segundo y se debe a que la presa del Guadalhorce, que está más alta que la del Guadalteba, ha superado la cota de seguridad por lo que estaba próxima al labio vertedero que separa los dos embalses y había riesgo de que el agua salobre le terminara afectando también a este último.

Aprovechando las lluvias del pasado fin de semana, la Delegación provincial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ordenó el pasado viernes la interrupción del riego que los agricultores de la zona del Guadalhorce llevaban recibiendo toda la semana precisamente por la falta de precipitaciones.

El desembalse al cauce del río Guadalhorce comenzó ayer a mediodía, según confirmaron fuentes de la Junta de Andalucía a este periódico, y previamente se advirtió a los agricultores por el que discurre el canal de riego desde los pantanos que el agua que se iba a enviar en los próximos días no era apta para regar debido a su alto índice de salinidad. Y es que el agua salobre que recibe este pantano a través del manantial de Meliones contiene tres veces más sal que el propio mar Mediterráneo. Es decir, cada litro de esa agua tiene de media unos cien gramos de sal, aunque ha habido veces en los se han llegado a registrar hasta 150 gramos, lo que contrasta con los 29 gramos de sal por litro que tiene el Mediterráneo.

Mientras tanto, los regantes de la zona tendrán que conformarse con el agua caída en los últimos días y que han aliviado la gran necesidad hídrica que tenía el campo. Sin embargo, los agricultores confían en que puedan hacer uso de esta semana en la que no van a regar, como se había acordado previamente, si no llueve lo suficiente antes del 15 de abril cuando está previsto que comience oficialmente la nueva temporada de riego y que se prolongará de forma ininterrumpida hasta mediados de octubre.

Pero la Delegación provincial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente advirtió ayer que solamente se autorizará otro riego de emergencia en el caso de una necesidad clara, ya que los meses de febrero y marzo se quieren aprovechar para poner a punto la red de riego y hacer los arreglos pertinentes antes de que comience la campaña de riegos.

Aún así, las mismas fuentes aseguraron que se hará un seguimiento de la evolución de las lluvias y del terreno para determinar si hace falta abrir de nuevo los pantanos para los

. De ocurrir así, sería el cuarto riego de emergencia que se otorgaría desde el pasado octubre.